domingo, 27 de marzo de 2011

DOMINGO IN-AUGUR-AL (ultimo acto oficial)

Los jueves, milagro

Todo parece que en lo de la Encarnación, las inauguraciones se hacen en domingo, día del Señor. Recordaran que cuando lo del mercado, aquello tuvo que abrirse tras la Esperanza.
Ahora lo del nivel primero, se lleva a cabo, con toda la parafernalia del momento, justo después de la Encarnación. Todo lo demás tiene que inaugurarse después de la urna.
Con seguridad esto de lo de la Encarnación ha sido un milagro que solo se podía dar en esta ciudad de jueves, de mercadillos, de gradas de Baratillo, de gradas de la Catedral, ahora tambien de gradas de la Encarnación, 3 gradas 3, mirador de vistas socializadas, y nueva campana. La ciudad de la gracia, (ahora de las personas).
Es difícil poner en pié cual ha sido el embuste mas gordo de todos los que sobre lo de la Encarnación quedo escrito, de todos los que se dijeron, desde lo del mimo, hasta este día que dicen inaugural, en el que la desapacible tarde gris, desluce el acto de encendido de las bombillas que colorean las maderas de los troncos que forman los parasoles del Metropol. Desde lo de “los pobrecitos placeros” a los que había que devolverle la dignidad arrebatada por el franquismo, hasta lo del metro-centro. Desde el “miura” definido por el arquitecto que mas concurso de mercados ha ganado, hasta las bases del concurso y su jurado internacional y de prestigio. Desde el aparcamiento perimetral a lo del metro-centro,
La memoria nos lleva a lo del mercado “emblemático”, a lo de zona degradada, e incluso a aquello de ordenar el tráfico. Eso seria como mentirijillas. Donde me dejan lo de que no le costara nada a las arcas municipales, o lo de modernidad, ¿y lo de edificio amable?
Ya en el concurso se detectaban las patas cortas que conducían a saltarse leyes, normas y reglamentos, cuando menos para empezar, “Y si hace falta se cambian”
Con todo el mundo en contra, y sin que lo de la Encarnación fuera una prioridad en la ciudad de las personas, estas, (en su mayoría) tuvieron a bien permanecer calladas y ahí tenemos plantada la falla, que ni en Cádiz, tiene tanta gracia, ni en Valencia tanto ruido, mas parece falla de San Francisco, por lo que tiembla.
No parece que aquello de que la cimentación solo ha destruido el tres por ciento de la Hispalis encontrada en las entrañas, que es fácilmente comprobable la mentira con solo mirar la zona de carga y descarga que se utiliza como aparcamiento de los placeros, ¿pero que iban a decir?, que entre cimentación y rampas, la cosa ha llegado a mas del 30%, si a quien le correspondía, cobraba sus emolumentos.
De los embustes mas gordos, aparte de la sostenibilidad, y lo de la estación del metro en el Metropol, debe de estar lo de las cámaras on line, para que todos pudiéramos ver las obras en directo a través de dos cámaras de alta definición instaladas en las grúas. Vaya rollo. ¿Y lo de la demora por seguridad?, y lo de la madera metálica. Donde me deja lo de las cuatro piedras, y lo de las fotovoltaicas, y volvemos a lo del “Planetarium”, con luces de un Universo en baja intensidad, ¿y lo de la cubierta verde, de buganvillas, de hiedras trepadoras, y su microclima ecológico? Ya no hay mas madera para esta Encarnación que un día el medico que ejerció de guardián de los valores patrimoniales de la ciudad, sucumbió en el papanatismo de todos los que creen que para dejar constancia de su paso por la responsabilidad lo acertado es hacer algo irresponsable que le recuerde. Todos recordaran quien dispuso realizar aquello, al menos mientras dure.
Pero con esas patas tan cortas lo mismo se coge, que cae por su peso.
Francisco Rodriguez
Sevilla a 27 de Marzo de 2011
(Inauguración del nivel primero, con luz (incorporada) y ausente (el taquigrafo)

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