domingo, 1 de marzo de 2009

Cuestion de tamaño

De 12 a 21
Es lo que hay. La muy callada, moderna como ninguna, con la velocidad del vértigo acepta la palabra del simpático senil para hacerla dogma. Si malo fue reírle las gracias micologicas de kindergarten, con pino finlandés por el cambio llevado a cabo, que se le ocurrió al atrevido joven, como zarandeante idea, para que pudiera abrir las puertas, puerto, estación, plaza, mercado y aeropuerto a lo que viniera, con tal de entrar en el futuro, que no será, cuando el anciano, prendido por sus encantos, viendo que tiene la rendija abierta, coloque allí mismito, su pepino. Vetusto coito.
Aunque le duela, ella hace como que lo ignora todo, cuando pone en práctica esos sepulcrales silencios en los que acostumbra a caer por exinanición, no en vano, la callada mariana, la muy leal, de siempre fue novelera. ¿Setas, o pepino?
Curiosa, atrevida y siempre jovial permanece, gracias al tratamiento base de baba del caracol que cada día le abastecen los que embobados por su belleza suben las rampas hasta su cielo, para verla en su integridad, sin necesidad de una mayor elevación en la que se perderían los detalles.
Pero para detalle de modernidad, punto aparte lo de la Encarnación (que lo de las setas es vanguardia), y lo de la Alameda carnaval, ¡Ay, lo que hay!.
Por eso sea que la callada necesite un altavoz, y no un logopeda. Detenida en el tiempo de azahares, a la siempre muy impúber quieren hacerle madurar a toda prisa el amargor de las naranjas de su huerto con el injerto del a-vi(n)agrado “pepo”, introduciendo semejante cosa, en el punto negro de los atascos, por la entrada del poniente.
Sevilla a 28 de Febrero de 2009
FRE

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