viernes, 14 de noviembre de 2008

Nuevas fechas

Juego
Cuando en la provisionalidad se alcanzó el 88, ya se llevaban quince años aguantando en semejante situación, y era inimaginable pensar que se pudiera resistir veinte más. Acaso sea el desconocimiento que se tiene en la capacidad de sufrimiento.
Pocos son los vendedores que resisten esta suerte que les tocó vivir, prevista para tres años, bajos las chapas que evidencian, como aquellos, el deterioro del paso de los años.
Treinta y cinco años de provisionalidad en la Encarnación, se cumplieron en este que se acaba, y que, tras dos fallidas inauguraciones de setas rompedoras, se anuncia, en este final del ocho, que la laureada idea se encuentra en el 88, y solo falta el 12 para completar, salvo sorpresas, este polietapico y epatante icono, con su pequeño mercado.
La paradoja de la Encarnación, que fuera plaza de abastos, a la que el vaticinio del doble ocho, madeja-madeja, sea que por fin encuentra la reafirmación del criptograma, que viene a decir, madeja2.
Dejados. Dejados, como deja esto de la crisis a miles de personas. Dura situación, como la que se preparan a padecer los trabajadores de la cementera, con promesa de ayuda, si acaba por cerrar su periodo productivo a causa de la gestión y planificación de lo de la burbuja consentida, cuando hace poco tiempo promocionaba por el mundo edificaciones sostenibles, como lo de las setas. Dejados como constructora que pierde sus activos. Dejados. Madejados doblemente.
Parecería que todo era fruto de la maldición, aquella a la que hacía referencia una pequeña columna periodística, publicada hace años, en la que hacia culpable, con cierta ironía, de todo lo que acontecía por desnaturalizar la plaza, y que se cebaba en aquellos que le metieron mala mano.
El tiempo hizo cierto el vaticinio. La casuística quiso que, lo de la Encarnación, se llenara de fechas negras, fechas llenas del maleficio de la mano negra, como articulo que tambien se llegó a publicar.
Acaso la voz, la nueva voz, busque festivas fechas rojas cuando anuncia que el 12 que falta, se concluirá en el 10, con lo cual, en el baile de cifras, acabe como las previsiones para el fin de la crisis en el 11, rojo impar y pasa. Cosas del juego.
Sevilla a 14 de Noviembre de 2008
(la Encarnación vuelve a su casa)
Francisco Rodríguez Estévez

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