Después de los cientos de invitaciones que se cursaron desde
la secretaría del concurso de ideas para lo de la Encarnación, cuesta creer el
escaso éxito que tuvo dado la falta de interés de los profesionales de renombre
que una edificación en esta ciudad le aumentara si no su prestigio al menos el
curriculum.
Me costará entender vista la exposición celebrada en una
sala del Ayuntamiento casi tan oscura que se hacía difícil interpretar los
paneles que colgaban amontonados en las paredes. Mas difícil aun me será
entender como el jurado internacional, y de prestigio, que valoraría las ideas
recibidas de ideas sobre la Encarnación, llegó
decidir esta selección, que desde luego no tenia nada de mercado
municipal, ni mucho menos, aparcamientos, ni remota idea de la estación para el
metro.
Acaso les importará
poco, poquísimo, la plaza municipal de abasto, y la situación del reservorio de
placeros que aguantan en la provisionalidad, afortunadamente de vergüenza ya
para casi todos, puesto que obviaron las delicadas palabras del Sr. Alcalde,
tras la visita a la exposición al respecto titulada “la Encarnación en el
laberinto” que gentilmente organizó el colegio de Arquitectos de Sevilla, realizándose
en la placita.
Una vez más os las recuerdo, pues resultaron conmovedoras en
la rueda de prensa al respecto escucharle aquello de que el mercado sótano, idea de los andalucistas en
urbanismo, era algo totalmente inconcebible, y que los placeros tendrían un
mercado emblemático.
A tenor de la escrupulosa selectividad, estas ideas debieron
caer en vano, pues de las diez premiadas, solo la mitad lo colocan en
superficie. Ninguno merecería el calificativo de mercado emblemático, pero al
menos, a estos cinco, les cabe la posibilidad de que, después de los obligados retoques del
desarrollo del proyecto, pueden tener una consideración aproximada.
Es una verdadera pena no tener los conocimientos, ni los
estudios, ni la preparación, ni la sensibilidad suficiente para alcanzar la
comprensión de las ideas seleccionadas. Debo estar embrutecido por los treinta
y un años de provisionalidad, que solo veo la fealdad, los problemas, los
costos de mantenimientos, la suciedad, y sobre todo, la falta de mimo, que a
esto que proponen como emblemático mercado, la plaza de toda la vida, se les
han ocurrido, y lo que es peor seleccionar. En las ponencias conferencias
aparecieron propuestas experimentales e inconcrecciones, nadie sabe ni costes,
ni materiales, ni superficie, ni donde o como se colocaran estructuras, ni el
resultado final de lo que idearon, menos todavia cuando sufran las
modificaciones que desde la gerencia les sean solicitados. Hasta ahora gana la
Cultura del pasado a la cultura viva, el mercado no tiene profesores de
antropología y etnográfica que le defienda, ni placeros que reaccionen, las
ruinas de las macellum vencen a las ruinas del mercado, el coche pierde en esta
era de las comunicaciones. Los placeros solo piden aparcamientos imposibles y
no ven aun en las propuestas de mercados en superficie, la única posibilidad de
que, con modificaciones, podría convertirse en el deseado emblemático que acabe
con las ruinas que llevan soportando, y no son precisamente las de Hispalis.
Me quedo con UMBRAGE, apuesto por quienes aun tienen la
posibilidad de realizar un verdadero mercado de abastos, la plaza de toda la
vida.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla 20- Abril-04
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