jueves, 6 de noviembre de 2014

Ni caso

El doctor llegó a decir en cierta ocasión que el solo era medico, acaso lo de Alcalde fuera una experiencia y se mantuvo durante doce años, haciendo diagnósticos, como médico, pronósticos equivocados como político, y caprichos ¡Ay, Alameda!, antes del pacto, en el pacto, y después del pacto, ¡Ay, Encarnación. Podemos recordarlo.
En las urgencias del abandono, lo de la Encarnación tenia tal prioridad que por satisfacer a los palmeros, los pobrecitos placeros, que no dudaba en ejercer su voto de calidad para terminar el icono, y cualquier sugerencia que partiera de la demostrada fidelidad de los placeros era atendida de inmediato. Era otro tiempo. Podemos creerlo.
En estos actuales en los que es sabido que lo de la Encarnación, por más que fuera repudiada por muchos incluido el equipo actual de gobierno, además del enorme dispendio, mas parecía mamarracho que mercado, pero una cosa es la oposición y otra la gobernanza. Así que por más veces que se les pueda hacer llegar que las puertas instaladas en el espacio público, llamado plaza municipal de abastos de la Encarnación, son puertas que no corresponden a las que marca la Ley de Accesibilidad, por no recordar en estos momentos el gran riesgo que por contaminación tiene agarrar los pasamanos de las pesadas hojas de la que se colocaron aleatoriamente. Por un oído les entra y por otro les sale, pues ni tan siquiera hacía falta enviar la mínima comunicación, bastaría con girar una visita, cosa que ni se hizo en la recepción de la obra, o cuando menos atender a los placeros, aunque ya no toquen palmas, y recabar de ellos las mil deficiencias que esta edificación esconde bajo tanto glamour de eventos y otras actividades de chiringuitos. Podemos comprobarlo.
Todo menos instalar una puerta automática con salida a la calle que pudiera servir como puerta de emergencia, que por cuanto se solicita, por el momento y después de casi cuatro años, ni caso. Así que podemos pensar cualquier cosa.
Llegado a este punto cierto es que no sabemos que podemos hacer, para que en la Encarnacion instalen las puertas automaticas y el edificio publico que se saltó tanto leyes, como normas y hasta el propio PGOU, y el Reglamento de mercados municipales, puedan llevarla a cabo si podemos, o tendremos que esperar a podemos.
Sevilla a 6 de Noviembre de 2014
Francisco Rodríguez Estévez

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