miércoles, 14 de mayo de 2025

Saber sabor

 

Me estaba acordando de la escena de Jesucristo superstar en la que angustiado le pide a Dios “quiero saber Señor, quiero saber”. Todos queremos saber .

Quiere saber de mi, dice quiere conocerme, acaso como los Beatles, que decian “conocerte mejor”. O como aquellos  Mustang que cantaban la version española  “yo debería de conocerte aun mejor”, justo cuando apenas si rozaba tremulamente los labios de una chiquilla angelical, y me hacia llorar al oírles “el Sol no brillara nunca más”. Era tiempo pasado, ahora octogenario me siento más inseguro y nervioso que entonces frente a quien quiere conocerme, y a tal efecto me tiemblan la piernas aun más.

Qué querrá conocer, que parte de mi alma quiere escudriñar, que ventrículo de mi corazón quiere escuchar, tal que fuera un melón al golpe, para saber cuánta madurez encierra, cuanto dulzor tiene  y si acaso solo sabe a pepino, y asi es el melón hay que calarlo para conocer si se realizo buena compra o llenaremos el cubo de pestosa cascara, pues ni mirandole el rabo ni apretendole el culo con el dedo sabremos su sabor. 

Sabe más de de mi que yo mismo,  y lo sabe, sabe tanto que desconfía, posiblemente por aquello de haber amado tanto que sabe lo frágil que puede ser su dulzor y el amargor que ouede causar.

 Me lleva ventaja, sabe que en contandas veces el amor se me ofreció tenerlo, y el satén fue siempre sabanas de hospedaje sin maleta.

Me pregunto si no sería mejor ir descubriendo poco a poco  este "me gustas" de adolescentes que como jovenes temerosos del incierto futuro edifican su amor, que ya se sabe que no será como los de antes “para toda la vida” pues dura lo que dura. 

Cuando dice me ¿entiendes lo que te digo?, siempre le contesto, te entiendo, y le digo que todo mis temor es defraudarla, algo que solo está en mi cabeza, y aun no somos nada, porque entendemos que no somos propiedad nada más que del respeto mutuo, pero es poco premio.


 Como la Profecía de Rafael de León, sin ser tu marido, ni tu novio, ni tu amante, pues apenas soy una anécdota gimnastica en la que en ejercicio de cama que me dice,  y colocado boca abajo, como se ejercita a diario, añadiendo que pone las piernas hacia arriba, y que coloca la cabeza en medio, y sigo pensando en que es lo que tengo que hacer en esa posición, y todo para perder esa barrigota que no te gusta, y que los arandanos no la baja.

Hoy caminaremos, como venimos haciendo, sin hablar de “eso”, ni del pasado, ni de “sexo”, es lo que hay, ni del futuro incierto. Espero que sea un tercer grado para que si le queda algo por conocerme que no sea en la calle(eso no le gustará)

Mas de cinco kilómetros sin premio, pues ni el triceps de su brazo derecho pude comprobar su fortaleza, y qué decir del  vasto central de su muslo derecho, que a poco rompe mi pisiforme y el semilunar en el intento. ¿Como le cuento lo de la barrica de areques?

Sevilla a 14 de Mayo de 2025

Francisco Rodriguez Estevez

No hay comentarios: