martes, 17 de febrero de 2009

LA VENGANZA

Consecuencias previsibles

Colaterales o directas, se puede hacer un balance de las consecuencias que lo de la Encarnación ha traído con tantos años de distracción, y otros tanto por la ocurrencia.
Y es que lo de la Encarnación tiene ese punto G, de “guasa”, de “gracia”, además de ese otro V, de victoria, de venganza, que a mas de uno le tiene con las carnes abiertas.
Ahí estan los resultados de lo que fue toda una fuerza, tal lasa e indolente, como para sentar lo que sentó, que no fue precisamente cátedra, y guardar lo que guardó, como un tesoro redentor en los cajones del olvido para utilizarlo en caso de incendio, lo de la Encarnación, pero esta le tenia reservado el fuego fatuo. Fuego en el monte, fuego en el monte de piedad.
No resurgieron como pensaron, menos, salir regenerados en una nueva reencarnación tal como ave fénix bien pasada, por las brasas de su propio holocausto. No quedaron ni cenizas, después de que le metieron, tan mala mano, a la baza de lo de la Encarnación.
Que decir de los dos representantes públicos, presentes en lo del concurso, ambos sufrieron en sus carnes la venganza, como no podía ser de otro modo, llegándoles las suertes de aislado retiros con distintos bancos, de los de sentarse.
La caída del sector de la construccion coincide con el comienzo de la micologica obra, y la baja de las cotizaciones en bolsa. Suficiente para meterle el susto en el cuerpo a la empresa patrocinadora que paseó por el mundo la sostenibilidad en semejante edificación, para lo cual, invirtieron una “pasta” alquilando salones y buffet, donde lo “importante” sale especialmente caro cuando los resultados de vanguardia no se ajustan a las expectativas promocionales.
Ahora hubieran venido bien esos dólares desperdiciados, aunque no hubieran evitado la situación, para que, la otrora generosa fabrica de argamasa, actualmente cerrada sin que su obra sostenible, escaparate de sus productos, llegue a su conclusión, mientras, en lugar de clientes atraídos con el reclamo, se encuentra a la espera de una reconversión laboral, por la gestión que ahora solicita ayuda publica para sus trabajadores, gracias esas actuaciones estrellas que terminó con los pingües beneficios del dorado tiempo de las promociones de lujo.
Debe de ser la venganza, cosas de la Encarnación, que más que probablemente continuará su “trabajo”, por mor de esa plantación de “setas” realizadas con madera finlandesa, que en la serrería, estan esperando las “instrucciones” para “cortar”.
Sevilla a 17 de Febrero de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

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