En la mesa
Una nueva mesa para hablar sobre “El político ante el planteamiento
urbano. El control de la legalidad”, después de la Sentencia del Tribunal
Supremo.
Resultaba de interés saber, y así nos lo hizo saber el
orador en su intervención, que los técnicos
en la administración tienen, a tenor de cuantas leyes, normas y reglamentos a
los que atenerse, pues más que la propia responsabilidad, la gran dificultad en
el acierto de su dictamen, ya que este servirá en la mayor parte de las veces como
documento para la toma de decisión del político en la responsabilidad. Firma el Secretario.
De nuevo lo de la Encarnación , viene a demostrar lo caro que resultó
el capricho, pues no haría falta técnico para evaluar la interpretación de algo
tan simple como la Ley
de Accesibilidad, que al menos esta es facilita, tal como pudimos saber de las
que gustaba al propio Seneca, es decir que sea tan sencilla que pueda ser
entendida por todos, y de esta forma se evitan las interpretaciones generalmente
manipuladas a conveniencia.
La reunión fue de enseñanza en enseñanza, no solo supimos
como estaba definido en otro tiempo el casco histórico de esta ciudad al objeto
de impunemente poder llevar a cabo actuaciones en el caserío que de otro modo hubieran
estado bajo sospechas, si no que aparte de un sinfín de artículos de leyes en
el que el experto hacia gala de una excepcional memoria, pues como que, entre un
gran numero de latinajos de los que se emplean en el lenguaje de los doctores
en derecho, se nos ofreció una de las frases atribuida a Tácito, gobernador
romano en la que venia a decir que cuantas mas leyes, mas corrupción.
En definitiva lo de la Encarnación , en la que
existe la sentencia del Tribunal Supremo de la Junta de Andalucía, lo mismo ni se sabe, ni se
sabrá, si en los procedimientos que puedan llevarse a cabo, al final de todo acaban
encontrando solución y lo contrario, (cosa muy dada en estos líos del si pero
no), pero de lo que no existe duda es
que esta actuación en el centro de la ciudad de Sevilla, cuando menos tuvo un
concurso cuestionado, con unas ambiguas bases, un jurado representado, una adjudicación
fallida, un concurso de construcción otorgado a la baja, mil modificaciones, un
informe técnico calificando el proyecto de imposible, una excavación arqueológica
en la que resulta inexplicable que donde los aparcamientos no estuviera la Procula Julia , donde
los incrementos de los costos fueron desproporcionados, donde la demora no se
ha penalizado, donde no se han buscados responsables, tal como solicita el
propio Secretario municipal, donde la
Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía ni se mira, y
la fuente mas antigua de la ciudad se la convierte en pileta.
Podríamos seguir pero como de lo único que tengo algún conocimiento
es en plaza de abastos, en esto que cuesta llamarla plaza municipal de abastos,
que mas se hace laberinto, en la que aparte
del diseño de ruina, le dejaron 36 enormes columnas para impedir la diafanidad
de estos espacios públicos, donde ni le apareció la sostenibilidad para el
ahorro energético, y la colocación de las puertas es den un grosero desconocimiento
de los espacios comerciales, donde ni por asomo se tuvo un estudio de la aplicación
de la luminosidad correcta, tanto en luz solar directa, como las deficiencias en
la eléctrica.
Que decir de los materiales empleados, de su altísimo costo,
y pésima calidad. Del color de los paneles del fenólico de un amarillo
inadecuado, el poroso suelo de granito de difícil limpieza, de los olores, de
los filtros y la nula renovación del aire, de los errores en las medidas de los
mostradores, de la falsa uniformidad de los puestos, y por que no recordar la reducción del numero
de comerciantes en detrimento de un espacio que ni ha sido ni será nunca la prolongación
de la 5ª avenida de Nueva York.
Pero lo que no tiene ninguna justificación es que con tantísimas
gente alrededor nadie tuviera la ocurrencia de abrir el Reglamento de Plazas
Municipales de abastos en vigor para echarle un vistazo, hubiera bastado eso, que por cierto tiene un
articulado tan clarito que cualquiera lo hubiera entendido incluso en el propio
Ayuntamiento. Tanto gobierno responsable de lo llevado a cabo, como la irresponsable oposición.
Por mas que el ponente tratara de explicar cual dificultoso
es elaborar un informe para poder acatar todas la leyes, reglamentos y normas,
en lo de la Encarnación
es evidente que ni la comisión de placeros, nombrada al efecto estuvo a la altura, pues como
era de temer todos tenían en mente, como ha podido comprobarse a posteriori, que no tenían mayor interés que en acabar aquello como fuera para salir de najas. ¡ A correr! ¿Pero.....
y los informes?
Lo mismo tampoco existe, por el momento,.la más mínima intención de llevar acciones
paliativas, que permita la mejora de aquello en tanto en cuanto pueda alcanzar
el dorado retiro, y no tengo que esperar que se acaben los plazos de apelaciones
y recursos que evidentemente permitirán que el hecho consumado dure lo que dure,
y como podéis imaginar, no lo resistiría.
Sevilla a 21 de Mayo de 2014
Francisco Rodríguez Estévez
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