lunes, 16 de abril de 2012

Una nueva visita

De la Italia

No se ni como dieron, acaso la casualidad pero desde Venecia llegaron para encontrar tan recóndito lugar. A veces la sorpresa me hace recodar situaciones mas insólitas si cabe, tal como aquella ocasión que el coral de la Universidad de Sevilla interpretaran el Ave María de Anton Bruckner, a seis voces mixtas, justo en mi carnicería de la Encarnación provisional, solo por venir a saludarme. Evidentemente los placeros no entendieron lo que sucedía, y en lugar de valorar el regalo que nos ofrecían, algunos, no todos, despotricaron.
Recordar a artistas tal como Diego Gadir, hoy de reconocido internacionalmente, con obras en museos, y que llego a exponer su obra allí donde las chapas, no si el temor que le pudiera ser deteriorada por algún ignorante.
A mi amigo Kondo, que tradujo un pequeño relato que le regale poco antes de su marcha a Japón y que hace pocas fechas recibi la sorpresa de su visita ya que vino solo para saludarme, y comunicarme que este texto forma parte en un libro de secundaria en la asignatura de español, y que comparto lugar en sus traducciones nada menos que con Don Miguel Delibes.
Estos que hoy me visitan vienen de la Italia, saben de mi existencia por aquello de que encontraron un blog que leen para practicar un magnifico español, y resulta que es el que les ha traído a conocerme como autor.
Al principio creí que comprarían jamón, tal como aquella pareja de belgas que mostrándome una guía de Sevilla mostraba un texto que alguien escribió en el que se leía que “deben de ir a el mercado de la Encarnación, allí el Sr. Paco” ……., y seguía de forma favorable recomendando la calidad del jamón, explicando tanto el exacto emplazamiento como las particularidades de mis rasgos físicos, y además, vertiendo toda clase de melifluas palabras de mi persona. El caso es que estaba tan detallado el lugar que no tuvieron dificultad ninguna, por lo que la sorpresa me vino cuando me preguntaron ¿Monsieur, Paco?
Vienen de Venecia, y descubrieron donde me encontraba, siguiendo las indicaciones de buscar una puerta donde no existe, y así dieron con el lugar exacto donde me podía encontrar, ante la falta de la puerta, pues tal como se explica en el blog.
Peor lo llevaron los enfant del Liceo Frances que casi tuvieron que hacer mil vueltas buscando el lugar que a pesar de llevar una foto en la que todos me podían reconocer les fue de gran dificultad encontrarme en el laberinto para que todos “participáramos” de la clase practica sobre la cocina y los niños.
Por fortuna el artista Hevé di Rosa, siempre me encuentra,y lleva a Paris el jamon que me compra en sus visitas.
Hoy, Margarita y Ricardo, que así se llaman estos nuevos amigos se alegran de haberme conocido, y me dejan su correo electrónico para que le envíe una foto de la puerta cuando esta sea una realidad. Un ¡Miracle! Tal como el lema de un dibujo del famoso ilustrador de Le Monde, monsieur Guillert, con una Giralda de jamones, salchichones y chorizos, que tuvo a bien regalarme hace veinte años, y del que tomaron unas fotos para su recuerdo.
Sevilla a 16 de abril de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

No hay comentarios: