Noticias inexistentes

Madre y maestra

Cierto que tengo algo olvidada a esta Encarnación madre y maestra de cuantas encarnaciones nos aparecen para nuestro desasosiego.
Ahora, apenas se puede decir mas de todo lo dicho al respecto,salvo que el zarandeo te llegue, no por la piel sensible, como lo de la Alfalfa, si no cuando se lee la noticia, sin que sea defensor de quien se salta normas, ordenanzas y leyes, tal como en lo de la Encarnación, en lo del Prado, e incluso en lo de la torre bancaria, o se incumplen normas, ordenanzas, leyes , es mas hasta obligaciones incluso obligaciones, por quienes deberían de ser ejemplos, tal como sucede en lo de la fabrica de vidrio de la Trinidad, o en la casa grande de Pumarejo.
Por el contrario la noticia da lugar a pensar que distinta es la aplicación de la Justicia cuando no se actúa en casos que cabe pensar por lo notorio que resultan, si no existe denuncia previa, y suena fatal que le “caigan seis meses de privación de libertad”, a quien edifico sesenta metros, que mas pareciera vivienda de personas que de animales, dice la noticia por las ventanas, y por las que hilan , el terreno propiedad del mismo que acarreaba los ladrillos, realizaba el mortero, y enfoscaba las paredes de la supuesta cuadra, además cometió la torpeza de en lugar de dejar crecer la avena loca, los cardos, ortigas, jaramagos y lechetrezna pues a la señora le dio por plantar jazmines, mirtos, damas de noche, y crisantemos, con lo cual mas parecía jardín que carmen, y el de las puñetas no le queda otra que después de estudiar concienzudamente el caso, le encuentra culpabilidad en los hechos consumados, como lo de la Encarnación, y existiendo denuncia previa del estamento encargado de que no se edifique en las parcelas de su termino una segunda vivienda, pues le ordena que la derribe, como lo del Prado, pero como no cumple con la obligación de conservar el espacio tal como estaba, como lo de la Fabrica de Vidrio, ni lleva a los albañiles a reparar aquello como al Pumarejo, con el fin de convertir la casita en cuadra y el jardín en laurisilva, pues sucede lo que sucede.
De la madre y maestra que esta Encarnación aplica su sapiencia, la espera tensa, y una vez que pasó la Esperanza, ni se detiene, el rápido tiempo que pasa esperando la puerta, así pues en otras encarnaciones empleo el que me queda para seguir leyendo noticias de lo que no veo, pero imagino, y de lo que veo, por lo visto, cabe suponer que como la puerta, por el momento no hay noticia. Salvo la condena.
Sevilla a 10 de abril de 2012
Francisco Rodriguez Estevez