viernes, 20 de abril de 2012

Pasar, o no pasar

Pasa

No solo pasan cosas, que pasan, pero para que pase algo, lo que sea, siempre debe de haber la circunstancia que lo permita, que lo cause, una entrada, una puerta. Pasa la vida, igual pasa la corriente del río, pase missí pase misá, pasan los años y los días, pasan ya los dos meses y no hay entrada, ni puerta. Pasaron las elecciones, pasó el invierno, pasaron los armaos, y pasó la Macarena, a este paso hasta puede pasar la nieve por tu cara, pasó diciendo, y ya ven lo que pasó, tuvieron que cambiar la estructura del metropol-parasol, no fuera a ocurrir una desgracia y se desplomara del peso.Pesa el paso,el peso, pasa, como la guasa.
Por eso, pasa lo que pasa, e igual que las personas buscan por donde pasar, (precisamente por donde no hay puerta) algunas otras, al pasar afirman, que saben de de buena tinta, diríase que de buena fe, son aquellas que cada vez en mayor numero, dicen tener la fidedigna información acerca de la inauguración de la puerta.
Por eso pasa estas cosas. Todo empieza cuando se hace un comentario al palpable error, se sugiere, se solicita, incluso se razona, ante las distintas instancias, la necesidad de que se coloque la puerta inexistente, puerta olvidada, puerta para que permita el paso, y la salida, ¿y que pasa?, pues que por el momento no es que no pase nadie, aunque parece que pasan, pero nadie pasa, nadie por la solitaria calle, ni menos la abuela comiendo habichuela, al menos, para eso tendrían que colocar la puerta, o se dice, abrir una puerta, realizar la puerta, poner una puerta, ¿cómo se dirá?, ¿instalar?.
El caso es que con la feria de Abril en puerta, parece que será cuando menos, cuando pase. Cuando, cuando, dime cuando, cuando llegará, si la encargaron en Alemania.
Al menos eso me comunicaron al pasar, cosa muy distinta que de paso, pues no creo que ningunas de las personas responsables de la rectificación puedan pasar ahora, de entrada, de lo de la puerta.
Será esta puerta en el futuro, una vez que podamos abatir sus hojas bien con sistema electrónico, o quien dice manual, que también se pasa, o giratoria, como la de los hoteles de antes, para que parezca mas auténticamente un signo del reciente pasado, y todas las personas, cuando pasen, la conocerán como la puerta nueva, la que se olvidaron, la que permita pasar, la puerta que pasando los días hacen en la cuenta cincuenta y ocho desde que me pasaron la noticia, ¿Don Francisco?, un momento por favor, le paso con la autoridad.
Y no son pocos cincuenta y seis, ocho semanas pasaron al día de hoy, que la visita de la responsabilidad confirmaba lo que pasaba aquel día, que no era otra cosa, que alegrarse del resultado obtenido por haber perseverado en algo que ni siquiera debía de haber reclamado ni una sola vez, toda vez,cuando esta reparacion deberia de haber surgido del buen hacer de alguna responsabilidad, si es que la hubo, tan solo de de haber aplicado el sentido común cuando se estaba en proceso de acristalamiento.
Me consta, que el ayudante del cristalero dijo, “pa mí que se han equivocao, y aquí no han puesto una puerta”, y está por confirmar lo que le contestaron, pasa palabra.
Sevilla a 20 de abril de 2012
Francisco Rodríguez Estévez

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