Transgresión
Acaso no será este el último cuenta cuento de una lamentable
historia que bien podía acabar con la demolición, por cuanto la sentencia del
mas alto Tribunal de Justicia, que vete a saber por que motivos no se acata, dictamina
que todo lo construido fue una transgresión, algo que evidentemente era cosa
sabida, pues basta repasar la hemeroteca para encontrar la perla de “que
aquello zarandeará a la ciudad anquilosada”.
Evidentemente las
setas son transgresoras en todo, por cuanto a la Ley condenada, mas no lo serán menos quienes no
la acatan, tal como los transgresores que no hicieron ni puñetero caso. Obra
consumada, nunca es derribada. (Si es municipal)
Me viene a la memoria aquel que en terreno de su propiedad, pues se hizo un cobertizo,
diciendo que era para los animales, y guardas los aperos, pero por aquello de la altura de las
ventanas, resultó que al juez mas le pareció que construyera casita en su
parcelita, y aparte de condenarle a la demolición, que ejecutó el ayuntamiento
del lugar, por cuenta del transgresor,
este también tuvo fuerte sanción, acompañada de pena menor, por despotricar en
el enfado, pero que por suerte no tuvo que pagar en celda, lo cual ya significó
un ahorro para todos.
En nuestro cuento, coinciden otras cuantas cuentas, por lo que se
puede comprobar que, salvo la puerta inexistente que impide el paso, ocurre que desde la puerta Oeste, y de la puerta Este, ambas privadas, tanto como desde el sótano
musealizado, los ascensores llevan a la nube, subiendo, bajando
La nube es la parte superior de la epatante cubierta de conglomerada
madera, donde de haber estado todo en regla, deberían cuando menos estar instaladas las fuentes de energía
sostenible en este caso las fotovoltaicas, por lo que la cuenta de los
contadores no seria ningún cuento.
Corresponde la limpieza y mantenimiento de esta estructura
de paneles, cuyas fijaciones tanto las de cremallera atornillada, como con tirantes
de maromas de hierro en torsión, angulares y flejes, así como otros elementos metálicos, susceptible de oxidarse, se les debe
realizar los periódicos engrases, y repaso de la pintura del revestimiento, así
como la iluminación del serpenteante camino de hierro, camino inacabado, por
cuanto el paso hasta la invasora seta seis, a través del puente que por
seguridad se hizo inútil, y ni decir que
como no podía ser de otro modo la suma de los gastos son aplicables a la cuenta
de la concesionaria.
Malo seria que este montante
quedara también prorrateado, y que, por pequeña parte que fuera, alguna se le adicionara al que soportan los placeros,
ya que esto son hombres de poca fe, es decir paganos de todas a todas.
La dura Lex, tampoco puede ser una marca de platos, pero lo
mismo se piensa que pene de sangre, pueda ser una dolorosa herida, y otros le quieran
poner un preservativo durex, al carajal montado, también llamado quilombo. Acaso
todo no sea una puerta de escape, ni una salida de emergencia, ni de tono, pues
mas parece que de entrada, como era el slogan, todo puede tener cabida, es cuestión
de ponerse. Dura Lex. Dura, dura, pene lo que pene. De pena.
Sevilla a 5 de Abril de 2014
Francisco Rodríguez Estévez
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