Para Enero
Es la fecha que con rotunda claridad se ha dicho. Definitivamente, parece que esta vez lo de Enero va en serio y que con esta cita prevista en la ultima cronometrica, por fin se acabaran las indefiniciones, a las que nos estaban acostumbrando, con los bailes de fechas, los caprichos, y las improvisaciones, en los justos deseos de encontrarle a lo de la Encarnación la idoneidad de su día inaugural.
Desde lo dicho, la expectación ha ido creciendo con la misma intensidad que el posterior silencio que, tras sus palabras se produjo. Se diría que incluso se aceleraron los trabajos, aunque falte la madera, la resina, el pegamento, las fotovoltaicas, y los talones tengan retraso.
En esa espera estamos, y cada día que pasa, falta menos para alcanzar ese esperado Enero, que, a nada que lleguen los Reyes, ha de cumplirse la palabra del Celis.
Con el convencimiento distinto, al de las muchas personas que han llegado a creer en sus palabras para que tal suceso, pueda ser cierto, no queda otra que esperar la venida de los Magos, para descubrir si el regalo coincide con los de la carta, o por el contrario queda al descubierto, como la Hispalis desubicada, que al igual que la estación del metro, prevista en la Encarnación, lo del emblematico mercado estará para otra fecha.
No obstante, vino bien ese regalado optimismo en las declaraciones oficiales, después de tanta decepción padecida por los retrasos acumulados desde que empezó la ocurrencia, algunos le llaman capricho, de lo de la Encarnación. Total, cuando llegue el día, con seguridad se nos ha de dar un explicación, posiblemente tan increíble, que parecerá mentira.
Sevilla 21 de Noviembre de 2009
Francisco Rodríguez Estévez
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