viernes, 7 de marzo de 2008

Un tesoro, mas IVA (Mucho más que un diamante)

Mucho más que un diamante

A falta de dentríficos eficaces para prevenir enfermedades de encías y dientes, en una población sin hábitos de higiene bucal, un laboratorio tuvo a bien recomendar y comercializar el perborato con un anuncio que decía: “Un diente vale más que un diamante”, resultó evidente que si como laboratorio no alcanzó el reconocimiento, por el de vidente, seguro que lo logró.
Parece mentira, pero es cosa cierta que, en estos tiempos de avances tecnológicos aplicados en la Medicina, acudir al SAS con un dolor de muelas, se tienen toda las papeletas para que esta se pierda, tal que, el método en vigor, viene a ser similar al de aquel barbero cervantino, solo que a falta de botijo, el chorrito de un surtidor llena el vaso de plástico para el enjuague sanguinolento que evacua la piletilla al quedar sin uso la quijotesca bacía.
Lamentablemente no tenemos en la sanidad publica la suficiente estructura medica para llevar a cabo, por el altísimo deterioro existente causado por la ausencia de esta, a la que uniríamos la elevada demanda, si esta se hiciera, para una atención bucal conservadora y regenerativa, al objeto de no volver a llegar a situaciones como la de esos miles de mayores que mastican con desgastadas encías, en su defecto con engorrosas prótesis que tienen que pegar cada día, cuando hoy existen mejores y más eficaces soluciones.
Basta ver la diferencia entre este servicio de salud, importantísimo, por ser la boca puerta de múltiples patologías, en la sanidad publica y en la sanidad privada. Mientras la primera carece de las coberturas ante el problema, salvo la extracción, cuando, en ocasiones, son prescritas por los mismos estomatólogos en consulta privada, en esta todo se resuelve. Así pues, eliminar una caries, una elemental limpieza de boca, (recomendada cada seis meses), un empaste, una reconstrucción, o un implante son servicios excluidos, por más que se sepa la importancia de la salud bucal para prevenir muchas enfermedades, por no incluir las que pueden derivarse de la modificación del carácter, cuando no se puede tomar algunos alimentos, o no poder realizar una correcta masticación.
No queda claro, pues los responsables políticos nada dicen al respecto, por que se tiene esta deficiencia. De ella solo se puede saber que puede ser por la falta de médicos en un área en la que es claramente deficitaria, y otra causa puede ser (aunque tengo serias dudas), eso que llaman lo costoso que son elementos de aplicación.
Cierto es que no todos disponemos de la cantidad, ni estamos en condiciones de pagar un préstamo, para abonar las cantidades que, en el pasado año de 2006, donde 180.000 pacientes pasaron por las consultas privadas, previo pago de su importe ( 1100-1600 euros por cada implante de titanio) para obtener unas prótesis eficaces, lejos de las arcaicas dentaduras postizas a las que al parecer estamos condenando a sufrir a cuantos su disponibilidad, como su boca, no está para pegarle semejante bocado, a un salario corto, por no recurrir a la socorrida pensión de viudedad.
No me cabe duda que serian cientos de miles los pacientes necesitados de esta nueva tecnología de implantes dentales, razón de más para que fueran atendido, razón de más para adquirir las materias básicas y los tornillos de titanios en un costo menor, razón de más para evitar otras patologías, razón de más para alimentarse mejor, razón de más para ser mas felices, razón de más para, como se anuncia una clínica de implantes, sonreír.
Sevilla a 7 de Marzo de 2008-
Francisco Rodríguez Estevez

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