martes, 12 de noviembre de 2013


Metropol Parasol
12 de Noviembre de 2004



"Sevilla volverá a estar en el mapa"

Jürgen H. Mayer. Arquitecto. Autor del proyecto 'Metropol Parasol'.

CARLOS MÁRMOL
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Desayuno con Jürgen. Prisas. La entrevista se desarrolla en un hotel del centro de Sevilla a las ocho de la mañana. En inglés. El arquitecto berlinés resulta ser muy accesible –al contrario que otros ilustres colegas de profesión, enamorados de un divismo casi inexplicable– pero inflexible: apenas concede al cronista 30 minutos para discutir sobre su proyecto. El tiempo es oro. Y él tiene la agenda llena: en apenas dos días tendrá que hacer frente a un alud de reuniones, encuentros de trabajo y llamadas telefónicas. El hacedor intelectual de la nueva plaza de la Encarnación, cuyo diseño inicial ha despertado una enorme polémica en la ciudad, es resolutivo: guarda con celo las últimas imágenes virtuales de su singular obra –vedadas hasta que el Consistorio las acepte–, descarta supuestos cambios de nombre o de planteamiento en el desarrollo arquitectónico del proyecto y garantiza que los trabajos previos de construcción se iniciarán a principios de 2005. Probablemente en el mes de febrero. Mayer, cuyo equipo estudia estos días la luz natural del solar de la Encarnación para diseñar definitivamente el gigantesco Parasol –una especie de estructura translúcida de acero que cubrirá el mercado de abastos, el yacimiento arqueológico y la plaza pública elevada–, parece ajeno a las polémicas: resalta que todas las opiniones que ha oído sobre su propuesta son buenas –tanto en Sevilla como en Europa y Estados Unidos, donde el proyecto ha sido objeto de estudio en revistas especializadas–, dice no importarle demasiado el nombre final que la ciudadanía decida darle al icono –con forma de inmenso hongo– que caracteriza a su proyecto y, sin atisbo alguno de prepotencia, casi con humildad, señala que entre los principales retos de su trabajo está intentar volver a situar a Sevilla en el mapa internacional de la arquitectura. Un mundo marcado más por la forma y el impacto visual que por el fondo de las cosas.
-¿En qué fase de desarrollo está ahora su proyecto?

-En estos momentos los trabajos están discurriendo muy bien. Estamos cruzando opiniones con los arqueólogos y otros expertos para clarificar del todo el tema de la cimentación. Recibimos mucha participación de su parte y nos están dando sus ideas. El trabajo se desarrolla bien, a un ritmo rápido. No hay problemas.

-¿Ha cambiado su proyecto desde el mes de junio, cuando ganó el concurso, hasta ahora?

-No. Nosotros lo seguimos considerando un Parasol con forma de seta. No es un tornado, ni un huracán, ni nada parecido. Pero en realidad en la ciudad pueden llamarlo como prefieran. El proyecto está abierto a todas las interpretaciones. No quiero que las referencias que suscite sean únicas. El nombre final puede cambiar de acuerdo con la interpretación que haga o quiera hacer la gente. Esta cuestión no es un problema para mí. Sucede en otras muchas partes. Por ejemplo, en Berlín hay muchos edificios y monumentos que tienen un nombre propio además del oficial; hay una iglesia de la Segunda Guerra Mundial a la que le llaman el diente o un centro de convenciones bautizado como la mujer embarazada. Cada ciudad pone sus propios nombres a su espacios, a su edificios.

-¿La estructura que coronará la plaza, el prinicipal símbolo del proyecto, no ha cambiado?

-La imagen es más o menos la misma. En realidad no estamos tocando gran cosa de la idea original. Pensamos únicamente en la forma de hacer el Parasol mucho más luminoso, abierto, translúcido, pero la estructura esencial es la misma. Digamos que lo estamos optimizando.

-¿Y qué es eso de optimizarlo?

-Trabajar en ver cómo se va a fabricar la estructura del proyecto y cómo se puede transportar y colocar en la Encarnación, porque en el centro de Sevilla las calles son estrechas. También desarrollamos su apariencia. Estamos siendo muy cuidadosos en relación al tema de la altura, que será algo menor de lo que se vio en junio, pero, en todo caso, deberá ser un poco superior a la de los edificios del entorno urbano para que el Parasol pueda hacer las funciones de un mirador, aunque siendo en todo momento respetuosos con la zona histórica para que el conjunto final mantenga una cierta armonía.

-¿Considera que el contraste de un proyecto contemporáneo como el suyo en un espacio histórico resulta positivo?

-En nuestro proyecto el tema de la altura puede balancearse. Equilibrarse. Pero el Parasol debería ser un poco más alto que el entorno porque si no no haría correctamente de atalaya, quedaría como aprisionado por los edificios. Constreñido. El Parasol necesita aire y luz. No lo veo como un mero edificio, sino como el icono de un importante espacio público lleno de sombra. Con luz natural. El Parasol, ya se ha dicho, es una referencia a los árboles que existen en la plaza de San Pedro. Un elemento visionario que simbolizará el espíritu de futuro de esta ciudad.

-Hay quien dice que su proyecto es 'ruidoso' en el sentido de acumular muchos usos en un mismo punto de la ciudad.

-No lo creo. La Encarnación podría incluso acoger muchos más usos. La arqueología es esencial en esto. Hace del lugar un sitio especial. Por eso está previsto hacer el museo y todo lo demás, incluso la plaza. Nuestra visión no es más que una forma de recoger las referencias históricas: el mercado y la plaza. No creo que haya problemas con los distintos usos porque el mercado funcionará con un horario limitado, de ocho de la mañana a tres de la tarde, y las actividades se sucederán en función de la hora del día que sea. La plaza será un lugar adecuado para gente joven, con potencialidades, dinámica. Habrá cafés, bares y más cosas. La gente podrá utilizarla, usarla, como estime conveniente.

-¿Se cumplirán los plazos?

-Bueno, eso depende mucho de cómo trabaje la ciudad (el Ayuntamiento) y de quién sea el constructor y todos esos detalles. Pero el proyecto estará listo para que pueda empezarse pronto.

-¿El año que viene?

-Probablemente antes.

-¿Costará finalmente los 30 millones de euros que se había dicho en junio?

-El presupuesto es el mismo que en su día se incluyó en el proyecto original. No ha cambiado. Somos muy cuidadosos con eso.


"Decidir si debe peatonalizar o no es una decisión de la ciudad"
Mayer aparenta no tener miedo de la fama de ciudad conservadora –tradicionalista en gustos y maneras– que suele acompañar a Sevilla. "Es extraño", cuenta, "nos han dicho que la ciudad es muy conservadora pero la gente con la que hemos hablado en ella, incluso los comerciantes, están entusiasmados con el proyecto. Fuera de Sevilla, otra gente, los profesionales, también se ha interesado por Metropol Parasol: nos han preguntado por él en otras partes del mundo. En la India, en revistas especializadas, en los Estados Unidos. En Alemania. Esencialmente creo que este proyecto ha despertado mucha atención y que para Sevilla este fenómeno es muy positivo". El arquitecto berlinés explica los que, en su opinión, serán los principales efectos de la transformación de la plaza de la Encarnación. "La ciudad puede estar presente gracias a él (al proyecto) en los circuitos internacionales. Creo que sinceramente la ciudad y el Ayuntamiento se enorgullecen de este proyecto. Realmente lo apoyan". Y concluye: "Sevilla volverá a estar en el mapa". Sobre uno de los aspectos que no resuelve su Parasol –el del tráfico en esta parte del centro histórico de la ciudad, al no apostar claramente por la peatonalización que el Consistorio prometió al redactar las bases del concurso de ideas, Mayer dice no sentirse demasiado preocupado. "Creo que el Metro va a llegar a esta zona de la ciudad. Nosotros estamos trabajando en fórmulas alternativas para que los autobuses accedan sin problemas, pero esto (peatonalizar más o menos) es una decisión que finalmente tiene que tomar la ciudad. No nos corresponde a nosotros hacerlo. Tenemos ideas distintas sobre los recorridos peatonales que podrían hacerse. Nuestra intención es que el mercado esté rodeado de espacios de tránsito. Pero sólo podemos hacer indicaciones. Trabajamos pues en un plan flexible para discutirlo con la ciudad. Pero no me importa, en todo caso; ésta es una cuestión que decidirá el Ayuntamiento. Puede haber autobuses, sólo taxis o circulación normal hasta que el Metro llegue".

lunes, 11 de noviembre de 2013


Desconocidos

 No se que puede atraerle tanto a los rusos, que cada día en mayor numero me visitan el blog. Hoy lo hicieron mas de un centenar.
 El caso es que no salgo de lo de la puerta, pero es que no hay manera de que las autoridades y las responsabilidades en el asunto se enteren ( y no los rusos) de que son ellos los que deben de darle solución a un problema, el de la puerta, por mas que crean que no es tal cosa eso de que cada día, demasiadas personas busquen la que no existe, y se queden tan pancho. ¿Qué será, entonces? 

 Debe de ser algo apasionante para ellos, mis desconocidos lectores rusos en la distancia, saber que esto de lo de la Encarnacion ya no sucede ni en Rusia.

En el contador de visitas China y Estados Unidos empatan, y sobrepasan por igual triplicando al número de visitantes que marca de España. Aquí está todo dicho.
No me pregunto que interés puede tener para alguien de España que no se instale una puerta automática en un edificio publico, pues seguro que todos saben que existe una Ley de Accesibilidad, y que se cumpla o se incumpla suele ser cosa de los responsables, y con seguridad cualquier lector de cualquier pueblo, de cualquier ciudad, de cualquier autonomía sabe, al menos, que esta actuación de desprecio al ciudadano minusválido, e incluso a la propia Ley es algo que ya nos resulta propio, pero no apropiado, pues lo único propio es el derecho que merecen esos ciudadanos a acceder por sus propios medios, (y con sus limitaciones) a cualquier edificio publico.

Mi ignorancia me lleva a desconocer si en China existen responsables, si en Rusia se cumplen la Ley de Accesibilidad si es que la tienen, y no tengo ni idea como va la cosa en  Estados Unidos pero a tenor de los visitantes del blog laencarnaciondesevilla, se diría que se muestran muy interesados.

Me dirijo a ellos,  a mis desconocidos lectores de Rusia, China y Estados Unidos, (pues los españoles saben de cómo va esto) para decirles que con todo, y a pesar de ellos no me puedo creer que los responsables no se hayan enterado de lo de la puerta para lo de la Encarnacion, pero son así, hacen como que no se enteran, y crean que no es un problema de oído, la cosa es mucho mas grave.

Sevilla a 11 de Noviembre de 2013

Francisco Rodríguez Estévez

jueves, 7 de noviembre de 2013


Sabias palabras

 

En la anterior, que tenia tiempo de pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo, fecha mas que pasada y aun de rabiosa actualidad, venia a recordar al Venerable Lama de las puyas, y sus caballos de vientos al que poco efecto hizo en lo de Encarnacion pues la locomotora de la sinergia del sector comercial, ya sabéis, lo del mercado, no ha llegado a alcanzar ninguno de los objetivos que se marcaron. El tiempo nos ha dicho bien claro que fueron palabras de engaños.

Siete años mas tardes llegamos a la “docta casa” para escuchar de quien es autoridad mundial en patrimonio urbano, con un curriculum académico difícilmente alcanzado por ninguno de los que gustan de hacer caprichos e iconos sin tener zorra idea de hacer ciudad.

Repaso general a los disparates y capitulo especial para las setas, reconocimiento a los grupúsculos minoritarios que al menos se hacen escuchar en esta callada ciudad.

Los ponentes desglosan aciertos y desaciertos de las actuaciones llevadas a cabo, y se resaltan todas las que quedan pendiente después de lustros de espera, que parece ser la medida de tiempo elegida para establecer las demoras que se alcanzan, por no decir cuantas se perdieron en el tiempo. No en vano la Encarnacion, madre y maestra, permaneció durante siete lustros, para acabar de la forma que puede observarse, siendo proyecto imposible, puente inutilizado, ruinas mutiladas, azotea de indignados, alcantarillados perversos, madera en continuo repaso, y el penoso y laberíntico mercado amarillo con sus aleatorias puertas.

No me pude imaginar que de aquellas sabias palabras expresadas por arquitectos, historiadores, periodistas, profesores e Ingeniero “honoris causa” de montes, caminos y puentes, pudieran tenerme como ejemplo de resistencia, como abanderado, en tanto silencio, frente a un poder que al menos en cuanto en lo referente a plazas de abastos municipales ha quedado demostrado que mas demostraron ignorancia, pero ahora estar por saber quienes son los responsables de la desafortunada realización de mas de 123 millones de euros, de los cuales cuatro millones se incrementaron al capitulo de equipamiento del la plaza de abastos.

Cuando se observan los parterres amebas, y las fuentes bultos, el arranque de la seta seis, y la contaminación que sufre la fuente mas antifgua de la ciudad de Sevilla, incumpliendo la propia Ley de Patrimonio de Andalucía, es cuando se echa en falta, y no solo por la tala de las treinta acacias que quedaban en el perímetro, ni por los nueve árboles que conformaban la desaparecida plaza de salón que daba a la Venera, es el espíritu de ciudad que nos lego el Venerable Jardinero.

En el acto coincidiendo en el tiempo con el cincuentenario del fallecimiento en el exilio de Méjico de Luis Cernuda, que era asiduo de la plaza de la Encarnacion,  es la hermandad del Venerable jardinero J.C. Nicolás Forestier, quien también se hace eco de lo que en la Encarnación hicieron. ¡Ay, Alameda!

En la Buhaira, otro acto sobre ciclodiversidad, la ciudad y su patrimonio, y la Encarnacion otra vez de relieve, y nuevamente paso a ser el referente de batallas perdidas, y es que en esta callada ciudad, despues de los pasos lo que mas gusta son las Encarnaciones.

Sevilla a 7 de Noviembre de 2013

Francisco Rodriguez Estevez

 

miércoles, 6 de noviembre de 2013




Parar el tren

 

No sé porqué, pero cada vez tengo la impresión de que me quedo nuevamente más solo en este asunto que tanto me duele de la Encarnación que todos conocéis. Sin contar con los adormecidos comerciantes, inmersos en ese sueño inducido, solo puedo dirigirme a vosotros, pues tenias las ideas mas claras que ellos, y que nuestros dirigentes, como para imaginar lo que supondrá para esta ciudad soportar ese icono que todos sabéis, pues si esta cosa prospera por un silencio que ensordecerá en nuestros adentros, lo inmediato es que se tenga que aceptar, en lo sucesivo, cualquier cosa.

Muchos estábamos juntos para defender la Encarnación en su conjunto, y su tradicional plaza de abastos municipal, para evitarle el presumible desaguisado como por ejemplo lo ocurrido en San Sebastián, donde tras una provisionalidad de algo mas de un año, los comerciantes, en su mayoría dejaron sus comercios, absorbidos por un centro comercial.

Aquí, que llevamos en la provisionalidad más humillante algo mas de treinta y tres años, se lleva el mismo camino, pero algo más lento, si cabe más mortificante, para unos vendedores expropiados, dormidos por el sueño, (que ahora resulta que es malo para la salud), pues soñaban volver a un mercado como los de Barcelona y Valencia, que reciben tantos visitantes foráneos, como si de dos museos se trataran, y ya sabéis lo del dedalitos y la epatante cubierta.

Acaso gusta al viajero mezclarse con la gente en estos singulares espacios de ambiente cosmopolita.

En esta aun estamos, y la solidaridad, la comprensión, no falta, ni los ánimos y alientos que llegan y que es de agradecer,  pero eso no es suficiente para parar este tren que está cogiendo velocidad de urna, acaso con tanatorio, pues de nada sirve que digan Quijote, valiente, torero o gladiador a quien escribe el drama críptico del misterio de las setas, antes  Encarnación.

Tal vez Quijote por la locura de enfrentarse al arremangado Pentapolin, al que reconoció porque llevaba alzado su siniestro brazo, cuando a lo mas que siento son las punzantes pezuñas de los borregos clavándose en unos sentimientos, tal como si varios rebaños pasaran por encima.

¿Valiente?, el valor es un estado de animo que escasea en quien lleva tanto tiempo en esta esclavitud, que no es la Orden de la Encarnación, sita en los Terceros,, sino esta entrega poniendo “puyas”, que en tal caso seria no diestro sino picador haciendo sangre en unos lomos inalcanzables, pero estas no son hirientes, sino cartas al viento expresando buenos deseos, pues así son las puyas, según las enseñanzas del Venerable 5ª  Keusang Rimpoché Kalsang Tukkú, Lama que impartió su sabiduría en el parque del Alamillo.

Lo de torero es difícil de llevar, pues no se trata de engaños, ni de suertes, aunque haga falta, más bien se trata de , al no caer en el sueño estar un poco más espabilado e ir por delante, que es como lo siento, tal como un “forcado”, asustado y decidido a ir al morlaco de frente, pero que se quedó sin placadores viendo como las gastan los de  “phalas”, y se sigue enfrentado pensando conseguir una buena pegada.
He leído que con la mente se puede parar un tren en marcha, se trata de una técnica oriental llamada “Xianglongshihazhang”, tal como suena, y se practica con la meditación, así pues todo será cuestión de prepararse.

Mientras, por si falla este nuevo intento, en el que tengo a Santa Rita, a San Judas Tadeo y a San Expedito en el ajo, procuren poner algunas chinitas en las vías, a ver si tenemos suerte y al menos descarrila.

Francisco Rodríguez Estévez

Sevilla a 7 de Junio de 2006

 

lunes, 4 de noviembre de 2013


Fraternal

 

No le creo. Buscando papeles la serendipia puso en mano la tarjeta autógrafa de quien en la responsabilidad me pide con fecha de sep-2012, paciencia para el caso que espera resolver, añade, con acierto. Realmente, penoso.

Ha habido en algo más de un año desde la misiva, más que ocasiones, para que pudiera sentirle comprometido de esa fraternidad que presume, pero Nasty de plasti.  Acaso, ignora que ser hijo de la Encarnación es un titulo que no todos gozan, y en todo caso, si lo fuera por parte de padre, seguro que no mamaron de la Encarnación.

Debe de ser casi imposible que desde las aulas universitarias se llegue a tener el sentimiento de la plaza de abastos, de hecho, ni los dolientes, por aquellos días de jolgorio ante el inminente derribo, en muchos casos eran capaces de percibir lo que acontecería.

Es cierto que tal como está el patio de indolencia generalizada, en ocasiones se pierden las ganas de añadir ni una coma mas a todo lo dicho, pero no importa porque se haga inútil, pues solo lo es por lo que demuestran los destinatarios en sus responsabilidades, ya que solo se dice lo que se dice, pero que se pueden comprobar los resultados.

En esas nos queda, o continuar en mayor abundamiento para nada, o para lo contrario, o dejarlo todo en retirada, tal que fuera el triunfo de la ineptitud. Por el momento, diríamos como el doctor, que no se explica lo de la Encarnación, por que no se entendería, así pues trataremos de creernos incluso lo que no se puede creer, pues se hace difícil que de la fraternidad nada haya aparecido para notarle el vinculo, si acaso se advierte que de la Encarnación lo ignora todo, o mas da la impresión que, en su pasado, tendría que preguntarle al viejo tendero lo de rompeplato, lo cual vendría estupendamente para la puerta.

La verdad es que hace tanto tiempo que hablar del viejo mercado, del de la estatua de Ceres, del que tenia cinco puertas, casi mas forma parte de un capitulo de historia que  pertenecía al pasado siglo.  

La responsabilidad fraternal aun dispone de tiempo para restañar las heridas de sangre que deja el consenso mal utilizado, si la lógica y el razonamiento se imponen en la gobernanza, y no las debilidades que ante la inoperancia deja ver en esta no actuación. La responsabilidad en su vertiente de amistad aun dispone de tiempo para proceder con la carga de la razón a disponer la colocación de la puerta, bien entendido que se trata de mejorar el servicio al publico, tanto en su recorrido interior como facilitando con esta nueva puerta tantos los accesos como incorporando una salida mas lógica y que por ende pudiera añadirse su utilidad como puerta de emergencia.

Tanto el Delegado de plazas municipales de abastos, como el Gerente del espacio Metropol, saben que ese lugar municipalizado, que tiene distintas actuaciones, según cual uno u otro, convendrían la lectura de las distintas disposiciones que en el ámbito legal se establecen y se hace que ya es hora que uno por fraternidad y el otro por amistad empiecen a llevar a cabo alguna gestión encaminada a mejorar esta Encarnación que nos toco en suerte, pues caminito lleva de que no aguante una provisionalidad.

Sevilla a 4 de Noviembre de 2013

Francisco Rodríguez Estévez

domingo, 3 de noviembre de 2013



La información y el bulo

 

Se hace necesario mantener en el blog la ultima entrada del uno de Noviembre, pues una mas es algo que viene a decir que nunca son suficientes las veces que se digan si quien tiene que oír no escucha, quien tiene que decidir lo ignora, y quien tiene que ver la antojera limita el amplio panorama por el que ni por asomo se asoma.

Cierto que es transparente el cristal que deja ver la calle y que esconde con los reflejos el interior. Mercado y calle. Cierto que la reflexión de la luz amarilla entra hasta la vitrina donde los productos desaparecen cuando en las bandejas son ocupados por los cielos azules. Calle, calle. Pues, que importa si nadie escucha lo que no se ve, ni en la plaza ni en la calle.

La puerta, para cumplir con la Ley de Sostenibilidad debe de ser automática, pero ya nos valdría una de las que no se colocaron, y sabemos que permanecen en los almacenes de materiales del Metropol, pues como no es cosa de ver, ni de oír, ni de hablar que para eso están los monos, se nos hace imprescindible colocar una puerta que tanto para mejorar el laberíntico espacio, e incluso puede resultar que mejore el aspecto comercial cuando el publico pueda utilizarla tanto para entrar como para salir, especialmente para evitar la desorientación que el galimatico diseño causa.

La información estaba en clave, era un enigma que parecía fácil  de resolver, en el quedaba claro que el final podía cambiar, para que no quedara igual. ¿Qué podía cambiar? Y ¿Qué no debería de quedar igual? Blanco y en botella. “La puerta”

Ahora el macutazo la hace cerrarse de un portazo, aunque lo inexplicable es que primero debería de estar abierta, y así, abriendo y cerrando, lo mismo el gozne del silencio no chirría.

Daremos un tiempo de confianza, un tiempo para saber el resultado del enigma que brotó de una fuente fidedigna, y apartémonos de habladurías, de los bulos como consecuencia de las circunstancias adversas, las que hace, que con todo el tiempo que llevamos haciendo la indicación de la falta de esta puerta, cuestiona negando una vez mas lo que aunque con enigma, de buena fe, hace pensar que en breve se va a instalar la puerta, eso si, no será automática. Pero quien repara en ello, si de la vitrina puede irse el azul de los cielos, y al paso el público puede comprobar lo que se expone, al entrar y al salir.

Sevilla a 3 de noviembre de 2013

Francisco Rodriguez Estevez

viernes, 1 de noviembre de 2013

una vez mas









Una vez más

 

Superadas con creces  el millar, una mas. Esta para que acompañe a tantas otras que han servido para verificar el grado de compromiso de las distintas                          responsabilidades en lo de la Encarnación, es decir ninguno, por rectificar algo que a todas luces es el disparate del absurdo comercial.
Se trata de la colocación de las puertas en lo que como plaza municipal de abastos de la Encarnación ocupa la parte baja del polietapico y multidisciplinar proyecto denominado  zona comercial.
 Enrevesado lugar delimitado al Sur, por la entrada a la sinuosa calle, y la desparecida curva de paso bajo los peldaños (hoy travestida en bar de copas), por el Este, dando curvas cristaleras al conjunto de locales vacíos, estos  a la espera de poder configurarse "el emporio de riquezas en una prolongación de la 5ª avenida de Nueva York",  al Norte, con la escalera que invade el coso de Regina, parterres que ocultan el paso a la calle cubierta, acceso a la planta inferior, salida de servicio, y bocas de husillos que llenos de inmundicias, tienen que semanalmente ser succionados, y por el Oeste, con la escalera condonada, el Tholos de Mamaria con destino a Ceres, salida de basuras, dormitorio de indigencia, husillos desatascables, fanal del trampantojo donde se busca una puerta inexistente, el vestíbulo de acceso, con entrada de ascensores,  y panel de rampa al porcentaje de gran esfuerzo.

Ni que decir tiene que tuvo su capricho consentido la colocación de las puertas para este espacio anti-comercial que, por tal motivo (y otros colaterales) como daños, está perdiendo sinergia en el sector, y por días deja de ser la locomotora que tanta ilusión hacia al Dr. Sánchez, para su icono, y sus pobrecitos placeros.

Son tantas la veces que se ha recordado el aplauso fanático de algo que ni tuvo el menor estudio sobre circulación en los espacios comerciales, que no importa una vez mas, pues de otra forma no se entiende que sea el lugar donde el publico sigue buscando encontrar una puerta, y que  de hecho mas convendría que se dedicaran a instalar una puerta automática en dicho lugar, aunque solo sea por cumplir con la Ley de accesibilidad, y de paso, antes de que se cumplan los plazos y puedan aparecer los riesgos, empezar a corregir todas las deficiencias que el laberíntico mercado deja ver, por no coger el Reglamento de mercados en vigor, y a los responsables, que entonces la broma seria cosa seria y con las bromas no se juega.

Es mas que posible que este chocolate, teobroma de toda la vida, no cause la risa de las pastillas para el mosqueo que si Macabeo, como el rollo, que si Timoteo, como recomendaba el ultimo de la fila, y que según el Dr. Sánchez en el discurso de las carteras, teníamos que agradecerle a este que lo de la Encarnación, fuera bromas, fuera una realidad que todos podemos disfrutar, de no ser cuando menos por lo de la puertas.

 Dicen que en breve se va a tomar una nueva determinación al respecto, otra vez lo mismo, y se va a colocar una nueva puerta, y en este punto estamos, aunque no fuera automática, pero como no parece que sea cosa de creer, y como no queda otra que esperar, lo mismo si llega otra responsabilidad, por lo que seguiremos diciendo que lo de la puerta es algo que avergüenza, pero para eso tenían que venir a verlo, y la responsabilidades no están para ver esto en directo sin necesidad de anteojo, pero con la antojera, ya se sabe, que lo mismo creen que colocar una puerta es un antojo.

Sevilla a 1 de noviembre de 2013

Francisco Rodríguez Estévez