jueves, 11 de junio de 2020

sueños encarnados

Sueños encarnados
El sueño
Las palabras emitidas por las ondas hertzianas, de quien los meritos en su colaboración semanal, por cierto de gran audiencia, son, que sepa, haber cambiado la blanca palidez, por el sustituto autorizado, por lo que se permitia que fueran lo suficientemente contundente, como para que merecieran ser tenidas en cuenta.
Acaso eso fuera lo que hizo sentir al escucharlas, como si fuera el aire que entra por la rendija de la holgura de la desvencijada ventana, a la vez molesto y agradable, según la temperatura del momento.
Vino aquella frase a coincidir con la lectura de un texto periodístico que también hablaba de sueño. En este, expresaba el entrevistado, que salvó su vida por no quedarse dormido, si me duermo, me muero, afirmaba.
Las que salían del viejo transistor aseveraban que era mejor el insomnio, que la anestesia. Tanto uno, como otro, nos mostraban sus testimonios acerca de lo despierto que hay que andar, si bien hay que diferenciar entre el sueño reparador, el que nos hace recuperar las energías, el sueño sanador, el sueño vital, con ese otro suelo el de las ideas y de las metas, ese que por ser personal e intransferible, no debemos de permitir que se nos imponga, y menos que usurpen a los propios, permitiendo que en él se construyan los ajenos, porque serian como encarnaciones en reencarnaciones de las personas, en la ciudad de las encarnaciones.
Como una ciudad dormida en el sueño, como el camarón que en las mecidas del río le vienen visiones de bogavante, además de no advertir que otra corriente le arrastra, y siempre acaba atrapado en las redes camaroneras.
Sueños de encarnaciones. Encarnación de la Alameda. Encarnación de piel sensible. Encarnación de Altadis, no se cierra. Encarnación de árboles talados. Encarnación de fabrica de vidrios de la Trinidad. Encarnación de Santa Catalina. Encarnación de casa-grande Pumarejo. Encarnación de huerta del Rey Moro. Encarnación de la fabrica de sombreros Roche. Encarnación de las Palmeritas. Encarnación de Prado de San Sebastián, Encarnación de eco-orilla. Encarnación empepinada de pepino gigante. Encarnación de peatonalización entre bicicletas. Encarnación de semáforos descoordinados. Encarnación de autobuses lento. Encarnación sin coches. Encarnación del arqueológico. Encarnación de plaza de España. Encarnación de Fibes,. Encarnación del “moneo” perdido. Encarnación de la ciudad del caballo, Encarnación del “aquarium”, Encarnación de la sostenibilidad, Encarnación de provisionalidad eterna, encarnación de encarnaciones, encarnacióndesevilla. Ora pro nobis
Y al pasar la hoja del diario se lee “Multan a un bombero, por apagar un fuego”. El sueño hace estragos.
Sevilla a 6 de Noviembre de 2008
Francisco Rodríguez Estévez

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