
Imperdonable
Acaso si hubiera habido ignorancia por lo sucedido en lo de
las setas, cabria alguna indulgencia en tanta laxitud, pero es sabido que el
desconocimiento no exime la responsabilidad, por tanto que este, de haberse dado, hubiera
resultado aun mas imperdonable, por lo que viene a demostrar que junto a los de antes con los de
ahora en la misma responsabilidad, aun siendo ilustrísimas, estarían demostrando cada
día, como de “rositas” se puede soslayar la Ley, y eso sigue siendo imperdonable.
El verdadero misterio de lo de la Encarnacion, quien lo diría,
lo mismo se encuentra en el bar de copas, por tal como transformaron con algo
más que diligencias la calle peatonal con vistas a la “ruina".
Un extraño lugar fuera del proyecto que deja ver lo que hay,, donde el argumento empleado para negar lo de la puerta queda desmontado, si para evitar la colocación de esta, la justificación se basa en la invención de la inexistencia de realizar modificación de la estructura, los usos y el diseño, e incluso se aduce sin fundamento alguno, nada menos que la ruptura de un diseño de planchas de cristal y aluminio, elementos que emplea ávidamente para negar una puerta automática en la plaza municipal de abastos, cuya instalación parte del objeto de cumplir la Ley, al parecer olvidada en su día, por lo que resulta algo imperdonable, que nada se haya realizado al respecto, después de más de seis años.
Un extraño lugar fuera del proyecto que deja ver lo que hay,, donde el argumento empleado para negar lo de la puerta queda desmontado, si para evitar la colocación de esta, la justificación se basa en la invención de la inexistencia de realizar modificación de la estructura, los usos y el diseño, e incluso se aduce sin fundamento alguno, nada menos que la ruptura de un diseño de planchas de cristal y aluminio, elementos que emplea ávidamente para negar una puerta automática en la plaza municipal de abastos, cuya instalación parte del objeto de cumplir la Ley, al parecer olvidada en su día, por lo que resulta algo imperdonable, que nada se haya realizado al respecto, después de más de seis años.

Cierto es que se trata de una exigencia que establece la
Ley en los edificios públicos, siendo el
Ayuntamiento responsable de la gestión de esta plaza municipal, no tiene
escusas y tendría que darse prisa en dar el ejemplo de su cumplimiento.
La demostrada laxitud viene a indicar que lo de la Ley, como
cuantas palabras han partido para en vano intento de engañarse a si mismo, ya
sea por teléfono, por escrito o verbalmente evidencia que algo sucede en este misterio,
y ya va siendo el tiempo de resolverlo.
Sevilla a 16 de Abril de 2017-
Francisco Rodríguez Estévez
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