lunes, 19 de diciembre de 2016


Resultado de imagen de el alcalde espadas en lo dela encarnacion

Que no quiero verla

Por supuesto que no se trata de la sangre derramada, casi diría que es más sangrante. Vino el Alcalde Espadas a lo de la Encarnacion, la vez anterior era candidato y acertó a pasar por este viario que como bien informado pudo comprobar in situ que allí hacía falta una puerta, a ser posible automática, y que ni escatimó para llegar a prometer su instalación, cosa que en esta ocasión la visita dejaba ver lo apretada que resultaba, por cuanto como que mas pareció que no quería verla.
Sexto aniversario de la inauguración de batucadas con fuga por puerta de atrás, y como que coge de sorpresa que por primera vez se tenga evento con amplitud de medios para su difusión. Seis años en lo de las setas, plaza municipal de abastos, y ninguna medida paliativa para mejorar las deficiencias que se advierten y nula intervención en la mejora que la administración puede llevar a cabo para la recuperación de una plaza que lleva el camino que pueda hacerla desaparecer por la falta de competencia en el sector alimentario, por la dejación de iniciativas en pos de una difícil revitalización, y una protección de este comercio en crisis antes de que acabe como gastrobar, franquicia, o centro comercial.
Resultado de imagen de el alcalde espadas en lo dela encarnacionNo tuvo fiesta ni el primero, ni el segundo, ni el tercero, cuarto o quinto año inaugural, bueno está bien celebrar el sexto, como setas, seis, como seis  puertas aleatorias de pesadas hojas que por la caprichosa distribución hace del laberinto que demasiados espacios hayan quedados sin recorrido comercial, por lo que se crearon las desigualdades entre los placeros por unas suertes a las que le faltaron criterios de comercialización y optimización del recorrido, pero  que decir de ambas cuestiones que no se abordan inexplicablemente por cuanto son de fácil aplicación, bajo costo, y con seguridad se mejoraría el conjunto tanto en los aspectos comerciales, como en los de seguridad.
Lo cierto es que el Sr. Espadas no acertó a pasar por el viario y podía haber vuelto a comprobar lo que ya sabía de los tiempos de candidato, acaso le confirmaría que después de dos años aquello sigue siendo tan sangrante que  le bastaba con recordarla, y  como el llanto, lo mismo eso de que no quiero verla, mas recuerda a las de su anterior, “eso de la puerta lo tenemos que ver”, y ya ven se trata de cumplir la Ley.
En el acto con profusión de televisiones y prensa, radiofónica y escrita, el amplísimo cortejo venia preparado y nada fue espontaneo como quería hacer parecer, pero eso es norma habitual en los actos que llevan a cabo los ediles, adornándolos al punto de que pueden parecer de vital importancia para la ciudad. Ni que decir tiene que ya causaba extrañeza que estuviera la concesionaria, con pleitos sin resolver, amenaza  de abandono, y cuentas por ajustar, en atenta escucha de los discursos sobre las bondades de una plaza municipal que se saltó a la torera el reglamento de mercados de Sevilla. Y la Ley de Accesibilidad de los edificios públicos.  La Esperanza ayer, y usted que la vea.
Sevilla a 19 de Diciembre de 2016

Francisco Rodríguez Estévez

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