martes, 10 de mayo de 2016


Resultado de imagen de garzon que hay de lo mio A. Mingote

Que hay de lo mio

El maestro Mingote realizo la genial viñeta tomando la Ley de la Memoria Histórica, en referencia a la Encarnación, lo que me vino bien para utilizar esta del crucifijo reclamando la anterior del juez para recordar otra Encarnación de la que nadie quería saber nada.
Lo mío, ahora con la Encarnación hecha setas, hecha un “cristo”, se cierne en hacer cumplir la Ley, pero la de Accesibilidad, pues ya será mas que difícil que se pueda acatar, con los hechos consumados,  la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, y al tiempo, acuciar a las responsabilidades a que se centren de una vez por todas en colocar al menos una puerta automática.
El médico de familia, colega del quien en excedencia solo sabia que era medico, siendo también galeno como el doctor Sanchez, pues de primera mano conoce perfectamente el dolor que vengo padeciendo, justo al lado del corazón, de mi mano diestra, ese que solo se alivia con el “nolotil”recetado, pero también sabe del otro que se aloja dentro donde la “lirica” en sotto vocce no puede quitar, es aquel dolor que por el tiempo de consulta en parte palia, donde consultar no se hace pregunta. si no respuesta.
El sabe perfectamente de lo mío, carne de mi carne, y como el “anular” aquello, por mas  tumefacto que se encuentre ya no es cosa de de meter más “clavulanico”.
Esto de la Encarnación, siendo para muchos una propuesta de modernidad y de vanguardia, fue micologica idea a la que un experto muy premiado calificó como propio del papanatismo,e igual sucede en lo de lo mío, que tenemos en parte quien piensa que perder parte de la integridad de uno mismo es una tontería como si fuera algo que se pudiera como en aquella recuperar tal que si con una puerta bastara, acaso como salida y por supuesto para entrada, aunque sea en parte, que tanta falta hace
 En cambio para otros, los menos, saben que la mordida tiene secuelas aparte de la sensibilidad que llegan de la punta distal suben por la falange,cien por cien española, hasta el osso carpo que llamaron los romanos y discurre hasta el codo, que ya no es medida de longitud del Imperio, pero es larga e irrradia hasta llegar al mismísimo hombro, en lo que el inspector calificó de patrón neuropatico. Ya me diras que parte no entiendes, hombre. 

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