domingo, 17 de abril de 2016

Resultado de imagen de Visita a los mercados de Sevilla
El reglamento

Ya en la primera corporación democrática, el edil de consumo tuvo a bien o mal según se desprenda de lo que se lee, nada menos que modificar de totalidad el reglamento de plazas de abastos municipales en vigor. 
Tanto fue el modificado que mas pareció un reglamento a capricho del edil y de difícil aplicación con tantos articulados acerca de cómo deberían de ser estos establecimientos y sus principales características existiendo tanta provisionalidad del franquismo. 
Ni que decir tiene que llegado el momento de las setas este se vulneró en demasía, tanto que mas parece que no lo tuvieron en cuenta, y no solo el propio autor, mas en la responsabilidad supuestamente de los concejales, con su mas que obligatoria responsabilidad en el asunto, y que decir de los jefes de negociado, y los directores de áreas de las distintas que estaban afectadas por este reglamento, que como quedó dicho realizaron, por cierto tan desacertadamente que el anterior parecía bueno.
Pues aquel reglamento tenía previsto un artículo en el que se impartirían cursos de formación a los vendedores, algo que no vendría mal a cuantos entendieran que les podía hacer falta. Treinta y dos años después, el nuevo reglamento de agosto 2009, cuanto le temo al Verano, una vez que el anterior tuvo el lamentable final de su reiterado incumplimiento, pues en la Delegación como "nueva ocurrencia" han tenido a bien, o mal, según se pueda interpretar, nada menos que llevar a cabo un curso de formación, (lagarto, lagarto) dirigido a los vendedores. Hay gente pa tó.
Tiene toda la pinta de que sea un gasto de favor. Una charla, posiblemente por un técnico, al parecer en plazas municipales, del que se deduce que al menos sea experto en cálculos de costo, gestión comercial, reglamento de mercado, Ley de Comercio, Ley de cooperativa, compras, stock de seguridad, gastos bancarios, transportes, control de gastos, porcentajes de venta, competitividad, creatividad, contabilidad, gastos fungibles, y con conocimiento del actual reglamento. 
Un curso charla, cuya asistencia  y conocimiento adquirido será merecedora del consiguiente diploma expedido por la Delegación, que certifica el aprovechamiento de los participantes.que podrá colgar en sus establecimientos 
Cierto es que esto parecía, después de tanto tiempo, un gasto fantasma, mas cuando se desconocía en todo, tanto que ni el temario que en tal ocasión serian aplicados, ni la titularidad exigible del supuesto profesor para impartir este curso de formación a los vendedores, datos desconocidos por muy exigible que parezca. Menos aun con conocer el costo.
Ahora que un número no menor de jóvenes, trabajadores en distintas contrataciones, ha cursado las enseñanzas que la Delegación, de acuerdo con el antiguo Reglamento y la nueva Ordenanza han impartido- Por lo tanto, ahora no será difícil aplicar tanto conocimiento adquirido en la charla-curso, pero será empresa inútil si se mantienen los fallos en la galimatica y laberíntica plaza municipal, especialmente en lo de la colocación de las puertas, y que desde la Administración solo le crea problema a cuantas personas intenta llegar hasta esta plaza municipal de abastos.
Sería una buena idea que la responsabilidad, así como cuantos en mayor número tengan elementos vinculantes con las plazas municipales de abastos, que no duden en inscribirse a los cursos que se impartan para mayor conocimiento de lo que acontece, al objeto de que entre todos sepamos de que hablamos. Será por gastar.
Sevilla a 17 de Abril de 2015-
Francisco Rodríguez Estévez

No hay comentarios: