El mensajero rosa
(Deuteragonista)
En otro tiempo fue liberado sindical con su reconocido punto
de merito en la lucha, desde los tiempos oscuros. Ni que decir tiene que según contaba, el
partido era la prolongación de su casa, y que decir que no le dolían prendas
acompañar a cuantos candidatos hubo, repartiendo octavillas en los paseos de
todas las campañas de elecciones..
No hay duda de que por los argumentos de su pasado, ser mensajero rosa no podía ser cosa baladí.
No hay duda de que por los argumentos de su pasado, ser mensajero rosa no podía ser cosa baladí.
Tal como se presentó,
más parecía el propio protagonista de la situación, solo que dejó
clarito que solo era emisario de “Espadas”, el nuevo Alcalde de la ciudad.
El “zapatero”, compañero del alma compañero, erigido en portavoz del entorno, por motu proprio, de esta Encarnación que, mira por donde acabó siendo una vanguardia después de treinta y siete años de “pupa” en la provisionalidad. Sea o no cierto existe en algunos el inexplicable convencimiento de que algo tuvo que ver para que esta pudiera acabarse para los diezmados placeros. Vengo de hablar con el Alcalde.
El “zapatero”, compañero del alma compañero, erigido en portavoz del entorno, por motu proprio, de esta Encarnación que, mira por donde acabó siendo una vanguardia después de treinta y siete años de “pupa” en la provisionalidad. Sea o no cierto existe en algunos el inexplicable convencimiento de que algo tuvo que ver para que esta pudiera acabarse para los diezmados placeros. Vengo de hablar con el Alcalde.
Era evidente de que alguna vez este deuteragonista, tuvo
alguna influencia en el asunto de lo de la plaza de abastos de la Encarnación, al
menos por la amistad que dejaba intuir haciéndose acompañar por los distintos
ediles del equipo de gobierno del doctor, por lo que en esta nueva irrupción en
la escena interesándose del tema, siendo mensajero del Alcalde, aunque fuera por lo de la puerta, no podía
causar extrañeza.
Se diría que llegó realizando mas alardes que el “rabudito crestado” en las danza de cortejo, y su visaje de severidad advertía que se estaba volviendo a creer merecedor de un protagonismo que para nada le correspondía., y se despidió con un lacónico yo le transmitiré lo que he visto.
Se diría que llegó realizando mas alardes que el “rabudito crestado” en las danza de cortejo, y su visaje de severidad advertía que se estaba volviendo a creer merecedor de un protagonismo que para nada le correspondía., y se despidió con un lacónico yo le transmitiré lo que he visto.
Descubierto, pues
nadie da crédito en el consistorio de esta histriónica mamarrachada, de quien no
le he vuelto a ver ni su brillante calva, pero causaba estupor que realizara
semejante acto, si no tiene ni un pelo de tonto. “Vengo a saber qué es lo de la
puerta”. No casaba que el nuevo Alcalde, amplio conocedor del tema le enviara.
El octogenario guarda ya la semejanza de un intipelejo, y no
por su movilidad, mas por la indefensión de saberse abandonado no solo por el
protagonismo tomado sino también por el propio protagonista. Ya nadie le
conocem cuando tantas octavillas repartió durante tantos años. Por la Encarnación,
por la plaza municipal de abastos, en estas elecciones nadie vino, lo cual es
signo de que aquello, que trajo ministros y vicepresidentes, ya no entra en los
cálculos del responsable de campaña y nuestro personaje ya no llegará a ser ni
figurante.
Acaso sea la metamorfosis de los años que en cada uno que
pasa deja de ser la mariposa que volverá a ser gusano y lo cierto es todo viene
suceder como a lo de la Encarnación, que pasó más de treinta y siete años de “pupa”
y acabó convertida en “yarsagumba”, por más que no levante pasiones al menos
polemiza, y así se vio tal como el gusano de tanto tragar tierra, que acaba siendo
seta.
Parece que todos los informes están sobre la mesa, y quien
sabe, lo mismo en Alcaldia se decide cumplir la Ley, y se indica la colocación de
la puerta automática.
Sevilla a 18 de Diciembre de 2015- (día de la Esperanza)
Francisco Rodríguez Estévez
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