
Según Hawking (que no cree ni en Dios) nos viene a decir que todo cambia con el tiempo en este universo en movimiento, por mas que permanezca en silla de ruedas.
Cambian las personas y los lugares, a veces ocurre con brevedad, y de forma súbita se puede apreciar el resultado, en otras ocasiones ocurre tan lentamente que resulta imperceptible.
También hay cosas que
son fáciles de cambiar, y otras en
cambio parece que fuera imposible que se necesitaría un milagro.
Se cambia de sexo, de pareja y de pircing con toda normalidad y no pasa nada. Cambia el clima, cambia el gobierno, incluso los regímenes políticos. Hace cuarenta años nadie pensaría cuanto se ha cambiado. Hoy la isla de Lampedusa, para que nada cambie, se llena de refugiados huyendo de los cambios. Sera por cambiar.
Se cambia de sexo, de pareja y de pircing con toda normalidad y no pasa nada. Cambia el clima, cambia el gobierno, incluso los regímenes políticos. Hace cuarenta años nadie pensaría cuanto se ha cambiado. Hoy la isla de Lampedusa, para que nada cambie, se llena de refugiados huyendo de los cambios. Sera por cambiar.
De hecho recientemente cambiamos la hora atrasando los relojes,
y parece que se está en el intento de recuperar la otra que perdimos hace ochenta años. Mas difícil sería recuperar los cielos, que se perdieron durante
el periodo de provisionalidad de una Encarnación,
ahora de setas, que también sobrepasó los ocho lustros.
También cuando interesa se puede cambiar el reglamento de mercados
municipales, sin llegar a entenderse, ni explicarse los motivos de tal cambio,
incluso cambiar de actitud soslayando leyes y normas en esto de la setas, para llegar a cambiar no se sabe cuántas veces el proyecto, los plazos, y los costos.
Se puede cambiar tanto como una calle por un bar con suelo de lucernario al
pasado..
Más no es fácil hacer cambios, cuando se vota por el cambio.
Costará pensar que en lo de la Encarnación lleguen a cambiar las puertas por
puertas automáticas, será más difícil todavía que lleguen a cambiar la caprichosa
colocación de la que dispusieron, pero quien quita que esto sea una de esas
cosa que se cambian de inmediato, tal que pareciera que por un milagro se aplica el mas común
de los sentidos, aunque hubiera bastado con la vista, para ver aquello, y para
leer las leyes, normas y reglamentos que por no mirar no repararon en leer, y ahora
puede que responsablemente reparen, lo cual significaría que puede producirse
el cambio. Cambiar, o no cambiar, esa es la cuestión.
Sevilla a 22 de Noviembre de 2015-
Francisco Rodríguez Estévez
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