Ni amenazas, ni ultimátum, nada, ni globo sonda que valga
por radio macuto oficial. La responsabilidad en este asunto del solar, está
convencida de que la solución, la respuesta a tantas preguntas, no están en los
ombuds, ni en los oráculos, pues de tenerla se está por lo del sonar, aplicando
ondas en la oculta zona . Ona, ona, la bolsa sona.
Con la tecnología Made in England, trabaja la maquina sobre el
mutilado yacimiento . Sondas de sonido, como las que manda el Opportunity, dicho esto sin segundas, desde Marte, son las
que se utilizaran, dicen por economía, eco, eco, eco en la Encarnación, on, on, on, posiblemente
Dios mediante, ante, ante, ante, de lunes a viernes.
No es de esperar que después del tratamiento herbicida,
marchitos los borriqueros, Onopordon Acanthium de toda la vida, y los
estrellados, Centáurea Calcitrapa con nombre de constelación, on, on, on, que
en el solar les aparezca algo de Marte en la desolación del espacio, pues, al
venerado hijo de Juno, este lo hizo lo mismo un viernes, pero con ayuda del
capullo de una flor. Hay gente pa to.
Para saber lo de la existencia de agua, no hacía falta ni
molestar al Spirit, que está para otros asuntos, bastaba asomarse al solar. Los
líquenes y la verdina como no tienen flores resisten al tratamiento de choque.
Los impactos de los anclajes lagrimean herrumbre con el
consiguiente riesgo de confundir al sofisticado artilugio con tanto hierro,
yerro, yerro, yerro
En la segunda quincena de Febrero, como las oportunidades de
las rebajas, oportunamente desde el opportunity llamaran a las altas esferas
para traer un imán. El imán llama los viernes.
De viernes a lunes
weed-keen, semana inglesa on the rock. En Marzo de idus y urnas, el Martes,
arte, arte, arte, anunciará la Primavera de flores desecadas en el tajo, ajo,
ajo, ajo, menudo corte. El sondeo de Spirit opportunity no garantiza como el
oportuno pacto acto I, acto II, acto III, el resultado de escrutinio. Off, off,
off. Corto y cierro.
Se vislumbra un nuevo pacto para poder. Si es que podemos.
Sevilla a 26 de Enero de 2004
Francisco Rodríguez Estévez
No hay comentarios:
Publicar un comentario