En este juego que tantos años me lleva, y que por duros en
la provisionalidad de la “brisca” jugaron a bastos me pensaba que la vira
cambiaría, como se cambia de consistorio, y que pintaría oros.
Así, con la llegada de quien durante cuatro años aparte de
haber puesto un banco en territorio del adversario, y que no dudó en ponerse el
mono para retirar la basura donde la acumulan, a la vista de que otros
inauguraba unl reloj de báculo en la Alameda, ¡Ay, Alameda!, pues con todo lo acontecido mas pareció
que con el cambio, lo de la puerta, era algo que se solucionaría fácilmente, y la nueva vira
seria como un merecido premio, de bazas arrastradas a las que hay que servir, un premio dorado en tiempo de júbilo.
Por todo cabía preguntarse que si pintaron copas en la calle que se hizo bar de ídem, bar de tolerancia, bar de fumadores, parecía lógico que también se le abrieran puertas a la modernidad, a la vanguardia, automáticas por supuesto, aunque sea a esto del metropol que ni de coña será el emporio de riquezas, ni la sinergia del sector, ni la locomotora del comercio de un centro comercial anunciado y aplaudido, que cada día bate el record mundial de bares por metro, en zona que fue calificada como saturada de bares y ruidos,
Eran tiempo de copas, por los efectos del sueño.En cuatro años se abrieron tantos y los que se abrirán, como en todo juego pensando en ganar,
Por todo cabía preguntarse que si pintaron copas en la calle que se hizo bar de ídem, bar de tolerancia, bar de fumadores, parecía lógico que también se le abrieran puertas a la modernidad, a la vanguardia, automáticas por supuesto, aunque sea a esto del metropol que ni de coña será el emporio de riquezas, ni la sinergia del sector, ni la locomotora del comercio de un centro comercial anunciado y aplaudido, que cada día bate el record mundial de bares por metro, en zona que fue calificada como saturada de bares y ruidos,
Eran tiempo de copas, por los efectos del sueño.En cuatro años se abrieron tantos y los que se abrirán, como en todo juego pensando en ganar,
El de oros se agotó la vira, todo el capital del “huevo frito”,
en promesas, mientras la pinta a espadas,`por salir, dejaba en evidencia que el juego no
lo ganaría esta vira, y nada cambiaría hasta que jugáramos a espadas.
En definitiva, Espadas, en vaticinio de aciertos, conoce que
estando la vira en su palo, no le queda otra salida, y por fin después de
tanto, lo más seguro sea, de entrada, que ahora si podemos acabar la partida.- Cosas de las cartas.
Sevilla a 23 de Junio de 2015-
Francisco Rodríguez Estévez
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