lunes, 19 de octubre de 2009

Aijó, aijó al monte a trabajar,

La madera

Hace tan solo unos pocos días de este otoño caliente, en los que el calor aun se resiste a dejarnos, que el equipo de carpinteros alemanes acabó de colocar la ultima remesa de listones de maderas que, procedentes de Finlandia, llegaron para lo de la Encarnación en plena canícula.
A falta de revestimiento final, la desnudez de los tablones hace pensar, por como quedaron después de la colocación de una improvisada cobertura metalica, que como adorno poco tapa, y como protección, parece tan escasa ante un previsible vandalismo (con el que no se había contado), como insuficiente la madera para cubrir todo aquello, que se llevará por delante mucho pino finlandés.
En consecuencia de nuevo nos encontramos en la incertidumbre de que si después de la masiva tala, sera posible terminar la colocación del revestimiento de lo de las setas, evidentemente sin fijar plazos, y puedan finalmente los ciudadanos y ciudadanas con el desajuste inaugural,( normal de las grandes obras en la ciudad de las personas), admirar ese tesoro de Hispalis que nos guarda en su interior el llamado Antiquarium.
No cabe duda de que aparte de la madera, y el dinero, los desajuste en lo de la Encarnación, estan entre lo que no se ve: Sostenibilidad, celulas fotovoltaicas, estación de metro, y mercado emblematico y lo que se observa: Azotea-Botellodromo, escalinatas y rampas mingitorias, mirador puenting, y maderamen graffitero.
Lo que viene a ser igual que por más que se empeñen en ajustar nuevas cronométricas y costos para que por una vez aparezca un mínimo de sincronización todo se va al garete cuando las partidas de cobro, se convierten de dudoso cobro, y las penalizaciones en bromas. Mientras, la Delegación de Hacienda sigue en su edificación desafectada, por culpa de la madera.
Sevilla a 18 de Octubre de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

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