De compras
Al regreso el marcador de pasos tenía 17633, cuatro horas habían pasado desde que salí de casa para dirigirme a la peluquería pero no pudieron atenderme y me adelantan que hasta el martes no me podría dar el servicio. Me dirijo a otra, y a otra, y no me pueden atender, ahora todo es por cita previa.
El nuevo encuentro estaba previsto para las seis, habia surgido lo que podia retrasar, y evidentemente comparecí con adelanto y sin el arreglo que mil cabello requería, por si había presentacion. Bueno no importa a fin de cuentas no la hubo y solo íbamos a ir de compra al super.
La acompaña una de sus nietas, por cierto no la conocía, es joven seria, que nos hace camino hasta la puerta del establecimiento y es que ella busca a sus amigos en la “kedada” cercana, luego la encontraremos en el nutrido grupo de adolescentes.
Como si una computadora tuviera va llenando el carro de mercancías que van desde provisiones de alimentos para atender a toda la amplia familia que inesperadamente, pueda aparecer en su casa, pimientos dos bolsas, naranjas dos bolsas, pollo, dos bandejas, lleva un control de precios, me recomienda que me compre proteínas, acaso me está viendo desmejorado de querer queriendo, como decía el chavo.
Comida especial para gatos esterilizados, para Julieta, para la cobaya, detergentes, dentífrico, ya sabéis…. El carro lleno. Cuando realiza el pago con tarjeta, resulta que veo que marca el mismo número que yo tengo en la mía, no me cree cuando se lo digo.
Ya en la calle tirando del pesado carro lleno de la compra por las tortuosas calles del intramuro le ofrezco sentarnos en una terraza, lo de siempre zumo de piña. No hablamos ni del pasado ni de “eso”.
Cuando recuperamos la marcha mi atención me lleva a la tabla de gimnasia que dice realiza cada mañana antes de ducharse con agua fría, los pelos de punta, nunca mejor dicho, al describir la tabla así que en la cama debo de poner los brazos en el colchón doblando los codos y ella, dice que coloca las piernas hacia arriba, me entra la risa floja, continua explicando el ejercicio, que me dice que lo ha hecho muchas veces, pues los hombres, ella sabe que no tenemos esa elasticidad, así que si como me dice, meto la cabeza entre las piernas, ….me troncho de risa, con la explicación, de hacerla acabaría llamando al 112 , pues la situación más parece que sea un capitulo del Ananga.
Hoy estoy cansado y tengo varias preocupaciones, una tengo que ir a ver lo del agua, la avería de la luz , he quedado con ella y su hija para mañana y me parece que un poco temprano, pensando que posiblemente no llegue a tiempo, para presentarme con ropa adecuada, pues la que llevare al campo será ropa de trabajo.
No hablaremos esta noche que necesito el descanso, pero no dejo de pensar en la tabla gimnastica y la risa de su ejecucion no me deja dormir en la cama, donde ni me hago a la idea de cómo debo de poner los brazos para atrás, si como ella dice levanta las piernas…… y como me temía en el intento me dio un tirón.
Sevilla a 26 de Abril de 2025
Francisco Rodriguez
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