Tarde de pasos
La llamada fue inesperada, "por la heladería pasa la cofradía".
Con la velocidad esa que a veces no nos podemos permitir, puse en marcha todo el sistema locomotor y a pasos
agigantados alcancé en tiempo record donde venden los helados, cuando justo pasaba el pasopalio.-
Hacía muchos años que no presenciaba pasos en la calle, el público
tapona los pasos en recorridos de desplazamientos imposibles.
Bajo un naranjo
de la placita protegiéndose del Sol de este Lunes santo que se cumplieron los
vaticinios que mi cuñada puede con certeza predecir el tiempo, y el agua
llegó tal como habia presagiado.
El azul del terciopelo de su chaqueta lucia con el dorado de
su juvenil cabello. Estaba estoica, justo de pie, cuando estaba sufriendo calladamente el dolor de una
contractura, pero bien acompañada por cinco miembros de su amplia familia a la que voy
conociendo y me dejo conocer. Charo, Sandra, Rocío, Alejandro y Adriana, todo hace que me
sienta integrado en una maravillosa familia.
Emprendemos magnis itineribus la
ruta de otros pasos, conocen el lugar, parece que repiten el trazado en años anterores, este, con parada para un café reparador
que vendrá bien para permanecer por tanto tiempo en pie.
Buscamos el paso, el de pasar por el lugar que se acota
a tal fin, un tapón en Tetuán, para ver
el Cautivo del primer paso que nos da pie para seguir buscando un nuevo paso, en otro lugar.
Por Rosario, Charo indica el camino, cuando la banda de músicos abandona la formación e
irrumpe por donde transitábamos, un hueco en la Magdalena trae recuerdos del
abuelo Antonio al que llegue a conocer.
En el balcón de su casa Aníbal me invita a
subir, piensa que estoy solo, baja para saludarnos, me felicita, pienso que pensó
con buenas intenciones el deseo que me desea.
Algo más de una hora esperando al Soberano Poder, mereció la
pena, pero cansa, la bulla permitió conocer que me encontraba en compañía de
mujeres de temperamento. Abandonamos el lugar cuando una incipiente lluvia
adelantada en el tiempo previsto ocasionó un torbellino humano de direcciones
encontradas. No sin esfuerzo el reagrupamiento nos lleva a volver sobre los
mismos pasos, tres pasos ya está bien para una jornada de tres bullas y una impertinencia
de la tonta de la sillita que siempre se puede encontrar para estropear el elemento
cordial .
Una caminata para evitar otro parón pero que nos hace
cambiar de rumbo hasta llegar hasta un lugar que desconocía que hubiera habido un bar,
por cierto era bien conocido.
Y una vuelta más para evitando la aglomeracion, que la lluvia habia ocasionado, para llegar hasta el bar donde
poder tomar una cosita con zumo de piña, y chucherías para los menores, la coincidencia hace que
llegue Javi, será nazareno de Montesion, es un adolescente que llega con sus amigos
y le demuestra el cariño del beso a su abuela.
Ya estamos cerca de la casa y el momento de la despedida de una
jornada que ni me podría soñar, son regalos que la vida ofrece, paso a paso, así pasamos, con Sol de la tarde y con lluvia en el atardecer que se hace noche y que se acabó serena por lo cual los
pasos que salieron pudieron regresar a sus templos. Lunes santo
Sevilla a 14 de Abril de 2025
Francisco Rodriguez Estevez