Como niños
En mi tiempo de júbilo, tras un año de larguísimos paseos por la ciudad deambulando por el laberinto con grandes caminatas en solitario, recordando las calles que me descubrieron la ciudad, pues resulta que recientemente he encontrado acomodo social en nuevos grupos de personas jubilosas donde poder crear un nuevo ámbito, y que por el momento trato de conocerles, por lo pronto aun ignoro que vinculo llegaré a crear en estos ambientes que aparecen, fuera de los de juventud, ya escasos, y los profesionales, totalmente desvinculado e inexistente, y que la senectud me ofrece.
En ocasiones creo observar en estos una conducta que llegado a estas edades, en las que todo parece que, está perdida la gravedad en los asuntos grupales, ya que no pasan de nimieces y que todo en ellos se hace permisible, pues a pesar de eso en algunas ocasiones actuamos tal como se comportarían los nietos, quiero decir tal como éramos en esas edades de los nuestros.Como niños
En cada uno de estos grupos se advierte en algunos actitudes caprichosas, diría con un cierto egoísmo, lo que causa enfado en algunos, cuando el protagonismo corresponde a otro, más si entre ellos existe una velada pelusa. Por suerte los años también nos da la mesura de conocer y conocernos.
Cierto es que en estos grupos, se forman otros más pequeños, con mayor afinidad entre sus componentes y aunque guardan la compostura grupal, se observan su criterio diferenciador ya sea personal o caprichoso. Como niños.
Resulta lógico que en este estadio vital todos queremos poder mantener los rasgos del carácter que nos hicieron los años con nuestra actividad profesional, con nuestro vivir, pero no parece probable que se pueda cambiar nada, por el contrario si nos convendría pensar hacerlo, al entrar en nuevos círculos sociales con personas hasta ahora desconocidas, y con las que en la actualidad compartimos actividades que tenemos afines.
Haciendo juicio de valor temerario, y casi conociendo el paño, todo vuelve al pasado en estos nuevos ámbitos que forman los grupos de patio del colegio, y advierto que a pesar de tanto tiempo me viene el ayer porque en ocasiones, parece que somos como entonces.
Sevilla 22 de Febrero de 2025
- Francisco Rodriguez
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