miércoles, 12 de agosto de 2020


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Actitud positiva

Es de agradecer que el joven compañero me anime en este tiempo que la senilidad hace ser cauto, e incluso parecer negativo, en estos momentos realmente trágicos en muchas partes del mundo, aunque no muy lejanos  se puede pronosticar que alcanzaran la gravedad desconocida.

Su optimismo revela la juventud, y su alegría el anuncio de su nueva paternidad. Es una noticia única el milagro de la vida, que es como una bendición que llena los estímulos de positivismo. La distancia de la senectud que por suerte se alcanza donde hoy se me demanda optimismo, tiene otra visión que por certera está falta del jovial positivismo.

Cierto es que la Covid ha cambiado el mundo pero en el que nos desenvolvemos ya venía en franca decadencia, y empeoró de forma general por cuanto cambiaron los hábitos de consumo, y la competencia, lejos de ser la atención, el servicio, el consejo, y la confianza todo quedó en manos de cadenas alimentarias de bajo precio y calidad acorde.

En la plaza municipal de abastos, al que la pandemia le dio de lleno, se advierte la indolente gestión, que tiene responsabilidad municipal, y el consistorio cambiante no ejerce las actitudes positiva para que aquello vuelva a ser un lugar de bullicio, de cultura, de encuentro, de conocimiento, de comercio, de conversación.

Cuando se tiene experiencias propias de tres “encarnaciones”,  que presintió nada bueno cuando hace sesenta años cuando apareció el primer llamado supermercado, y enarbolara ideas para un mejor futuro que los “pobresitos placeros”,que en concepto y luces, no tenían intención de asumir, era el sino de los tiempos. Yo a lo mio.

El positivismo del joven, alegre en la venta, atento, agradable, profesional de estirpe, le da valor a  todo el trabajo que realiza, es su tiempo, pero el colectivo disperso en su actitud, en ocasiones no encuentra el fruto de sus objetivos.
No son los resultados de hace 10 años, cuando además no teníamos pandemia, pero acaso la laxitud de unos y la irresponsabilidad de los responsables de la gestión de estas plaza municipal de la Encarnacion bajo setas, no lleva el camino de sus intenciones, así ya se hace difícil que vaya a ser emporio de riquezas, sinergia del comercio, locomotora del sector, referente de plaza de abastos, y que la sinuosa calle, que aun despide el chorro de aire caliente al entrar nunca llegara a ser como una prolongación de la 5ª Avenida de Nueva York, que ya era visionario el mistico edil que ahora practica zen, ni el pestoso sistema de alcantarillado que se succiona casi semanalmente un enorme camion de bombeo, sea una permanente oferta de cascomia.

Se hace más que difícil cambiar el derrape en una chicane cuando no se ha trazado bien, y eso generalmente lleva a lo previsible, cuando menos al batacazo.
Se puede tener, solo  por contentar al jovial compañero de trabajo, la actitud positiva que le demanda, nada menos a una senectud que solo marcha en un grupeto, y la edad no permite sprintar, mas cuando por experiencias se conoce, de muchas carreras, que este trozo que viene es de un largo recorrido, sobre un peligroso paveses al 12% ,  y que bastante se hará con llegar al final de la etapa sin sufrir daños, y aunque no se logre el maillot, al menos bueno será no perder tiempo.

Sevilla a 12 de Agosto de 2020
Francisco Rodriguez

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