Volare
En el azul pintado de azul, el “Volare” de toda la vida, me
hace recordar que volar es cosa de pajaros. En el azul del pepé, el vuelo del charran
continua surcando por vientos a veces imposibles, ahora lo han cambiado pero
sigue siendo pájaro. Charran dice el diccionario que es el que actúa sin honradez.
La idea de volar, o cuando menos alzar el vuelo como quería hacer
el Yuyu con los palomos, aunque más quería tener una mano, lo cual en esta política
que nos deja ver tantas manos y manipulaciones, sigue como en los mejores
tiempos poder tener una mano, pues de otro modo se hace más que difícil llegar
a subir ni tan siquiera la escalera para
llegar al palomar. Cierto que allí no todos son pájaros, ni de cuentas, ni
bobos y aunque de broma le digan palominos, pero algunos buscando mejores perchas
han volado, encontrando zonas más altas. El charran come al vuelo
La foto que me envía por “caralibro” muestra a la pareja en
concordancia de nuevas responsabilidades, y no dejo de pensar en lo de la puerta
en lo de la Encarnación, que solo era en la responsabilidad de la gobernanza y en la
irresponsabilidad en la leal oposición, llevar o hacer llevar la Ley a su cumplimiento, pero como dicen en Asturias al
charran se le va la fuerza por la boca, dado que al charlatan siempre se le
tiene por mentiroso, por mas que este caso solo lo parezca. Dita sea, el wilqui
dice que el charran anida en el suelo.
Sevilla a 26 de Enero de 2017
Francisco Rodríguez Estevez
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