Los otros
Uno que lleva tanto en esto de las plazas de abastos, y cree saber algo al respecto, a
pesar de todo no alcanza a entender lo que le ocurre a esta de la Encarnacion,
que vinieron a disponer para acabar con la provisionalidad causada por el anterior
régimen y sus estrategias del
cooperativismo que resultaron harto falsas para estos vendedores que acabaron en
reducido número bajo la micologica cubierta.
Ni que decir tiene que la degradación que sufre este
laberintico lugar, se deja sentir en la
desbandada de los placeros, que a duras penas resisten tanto abandono y altos costos, y no encuentran la
posibilidad de que le aparezcan quienes en tan malos negocios quieran
sustituirles.
Los unos, responsables concesionarios, dicen y repinten que ellos no pueden realizar ninguna acción paliativa, para que mejoren las
condiciones y cuando menos rectificar los errores que se aprecian para mejor
funcionalidad de esta llamada plaza municipal de abastos, pues corresponde al
Ayuntamiento, ya sea por disposición de la alcaldía, por la delegación de hábitat,
la de consumo, o la de casco antiguo, pues es incuestionable que al menos una
puerta automática, aparte de cumplir la Ley de Accesibilidad, lo mismo mejoraría
el discurrir del publico desorientado por el interior del galimatico y
caprichoso viario y la aleatoria disposición de unas puertas de pesadas hojas.

Sevilla a 5 de Octubre de 2016
Francisco Rodríguez Estévez
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