viernes, 30 de septiembre de 2016


Las medidas

El Bosco nos dejó la imagen de San Jerónimo, buscando una puerta aferrado a la madera de la Encarnación bajo una oquedad deprimida y ruinosa esperando alcanzar, casi sin aliento el merecido Cielo.

Por el hueco fuste de hormigón se llega a la nube. Un elevador pasa por las cerradas puertas en la cota cero que guardan del paso, del uso, otro par de dobles hojas, tal como las que dispusieron en el laberinto solo que estas si apenas se abrieron una de ellas a lo largo de todo este tiempo de micologica aporía. Localizada la llamada seta cuatro en el lugar que al doctor venia a gustar decir seta de la araña, que más parecía dedicada al insecto que al abogado Laraña-
Calle Laraña (Sevilla).jpgPues para que contarles lo que supuso ver después de tantos años que un operario cinta métrica en mano, de las de laser, haya procedido a la medición de cuando menos de esta puerta que da entrada por la izquierda a la llamada plaza municipal de abastos y que lleva averiada cuando menos por  tres años.
 Justo los mismo que pasaron sin  proceder a su reparación, de tal suerte que permaneciendo abiertas permanentemente ha venido facilitando el paso a las personas con discapacidad motriz severa, incluso a las  que portaban carritos de niños junto al de la compra y  también aquellas otras que mayores apenas pueden  mover las pesadas hojas de cristal blindado.
Ni que decir tiene que esta circunstancial avería propiciaba la renovación de aires que a falta de un sistema optimo, ya fuera por olvido constructivo, no hacía más que viciar el que sin filtros pasaba una y otra vez contaminando el sistema de refrigeración dispersando olores fuera de lugar para un establecimiento alimentario de tan alto costo, lo cual desfavorece la actividad comercial.
Parece ser que desde la responsabilidad se ha tenido el gesto y van a proceder no solo a reparar las puertas averiadas, por más que las modernistas de rieles tengan que ser definitivamente encerradas en los huecos de la pared ad hoc, donde quedaran como momias de cristal emparedadas sine die, todo apunta a que se instalaran después de casi seis años las puertas automáticas para cumplir la Ley de Accesibilidad.
Aunque siempre he venido demandando la instalación de una justo en la travesía central, donde este galimatico diseño anti-comercial dejó como único del viario del interior  sin que dispusiera de puerta alguna, mas cuando otro contaba con tres, pero la evidencia nos deja ver que lo mismo se hace necesario alguna que otra puerta mas, nunca viene mal las puertas en las plazas municipales de abastos que permitan entrar y salir, incluso para cruzar en el bullicio, mejor que deambular en las desérticas calles de un estrambote germánico sin orden ni concierto.
Resultado de imagen de instalando puertas de cristalEl impulso de los deseos me hace averiguar que sería aquello de las medidas, y al parecer lo que se deja caer es que se modificará una de las puertas, dejando las aleatorias de pesadas hojas tal como se encuentran, y con esta premisa deja suspendida la colocación de la puerta automática en la travesía central, y todo quedará  en algo tan exiguo que mas me parece que desde la responsabilidad no se llegó a entender por cuanto se hacía necesario la colocación en el sitio más provechoso para la optimización comercial de un recorrido a todas luces espectral por cuanto nos dice el número de puestos que bajan sus persianas definitivamente, sin que las puertas sea el único motivo, pero por ellas se debería de comenzar. Como diría aquel concejal con la madera y el pegamento, sobre los pobrecitos placeros, “después de tantos años, que importa espera algo más”, y se fue tan pancho. Pues eso. Que parte de la puerta no se ha entendido.
Sevilla a 30 de Septiembre de 2016-
Francisco Rodríguez Estévez

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