Arriba, abajo
Jadeante llega quien quiere darme noticias de lo que sucede
arriba.
Abajo, el silencio se hace patente en las desiertas calle del galimatico laberinto, le llaman plaza de abastos, ya sabéis, lo de la Encarnación.
Nadie puede tener dudas de lo anti-comercial que ha resultado el invento, y la desesperanza que se pueda llevar alguna acción paliativa crece cada día que pasa.
Abajo, el silencio se hace patente en las desiertas calle del galimatico laberinto, le llaman plaza de abastos, ya sabéis, lo de la Encarnación.
Nadie puede tener dudas de lo anti-comercial que ha resultado el invento, y la desesperanza que se pueda llevar alguna acción paliativa crece cada día que pasa.
Nuevos avisadores se prestan a informarme a lo largo de la
mañana de que arriba va a suceder algo. Cabe pensar que será sino uno de esos eventos
que la responsabilidad organiza en el espacio privatizado de la azotea, plaza
de la mayor indignación.
Cierto, en la última comunicación viene para poner en mi conocimiento que lo de arriba está lleno de irresponsables (que en lo de las setas no tuvieron responsabilidad) y que teniendo en la actualidad las responsabilidades, pues no queda otra que inaugurar estos eventos que allí tienen a bien organiza, para que el "capricho" siga en el candelero, aparte de cabeza de manifestaciones..
Cierto, en la última comunicación viene para poner en mi conocimiento que lo de arriba está lleno de irresponsables (que en lo de las setas no tuvieron responsabilidad) y que teniendo en la actualidad las responsabilidades, pues no queda otra que inaugurar estos eventos que allí tienen a bien organiza, para que el "capricho" siga en el candelero, aparte de cabeza de manifestaciones..
En el laberinto se produce un nuevo cierre, otro puesto que
echa la persiana donde el emporio de riquezas, la sinergia del sector, la
locomotora del comercio tradicional es un fantasmagórico lugar que solo hace
crear ruina a falta de negocio.
La verdad es que resulta totalmente
inexplicable la actitud irresponsable de los responsables que después de seis
años de la inauguración del mercado emblemático, que vendieron a los pobrecitos
placeros como paraíso, todo interés debe de estar en que desaparezca este, tal
como poco a poco los placeros abandonan devorado por los costos y la laxitud en
tomar alguna medida revitalizadora.
La sombra del metropol es alargada y si es cierto que
crecieron otros comercios a la llamada de su cuadriculada umbría, no son menos
los que cierran y tantos otros que
cambian de mano en inútiles intentos.
Hoy el grupo de
concejales a tenido a bien subir arriba, y dan por sabido que lo de abajo
incumple la Ley .
Sevilla a 16 de Septiembre de 2016
Francisco Rodriguez Estevez
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