Trata de aparecer el Sol en esta mañana de Domingo de Ramos mojada por las nubes de primavera cuando andaba
de “pasos, y mira por donde que por dado, cerca de burro, me topé con el edil que pudo colocar
la puerta automática en lo de la Encarnación pero que después de tanto aun permanece
anclado en la misma mentira, esa que trata de decir una vez más la misma que
lleva por veinte veces repitiendo. Ahora, en la leal oposición, aun es incapaz
de reconocer el error que le llevó durante la gobernanza que dispuso, pues no
era, ni es cosa baladí, instar a colocar una puerta automática en un edificio
municipal.
En la mañana de visitas a templos acompaña por burro al
anterior alcalde, y a la que fuera delegada del distrito, por este que
transforma bajo las setas una calle en bar de copas, una calle cerrada en zona
abierta y una azotea de eventos y manifestaciones a que sea clausurada, nada
menos que por seguridad, en la madrugada eterna. Está visto que a este paso la primavera ahora es cultura
variopinta.
El saludo de cortesía prevalece, pero no puedo ni por un
momento dejar de recordar la actitud del que según dijo, “por la gobernanza”, frase
que esgrimió para soslayar el tema de cumplir la Ley de Accesibilidad dado que
razonablemente existía otra petición, ¿y cuando no mejor varias?.
Mi admirado Juan Ignacio, justo que hace por cinco años me
ratificaba que esta puerta se hacía necesaria, hoy en el casual encuentro por
“burro” venía a justificar su imposible impedimento en llevar a cabo en su
tiempo responsable de la colocación de la puerta solicitada, nada menos por la
razón de una más que dudosa carta de los comerciantes, que impedían se llevara
a cabo, lo que viene a ser el ·”discurso de la mentira”, cuando la gobernanza
no puede estar sujeta a caprichos de uno, ni de otros, más cuando llegado el
caso se estudia la propuesta y se dispone de técnicos en plantilla para que
opten por darle la solución más apropiada y benéfica para el conjunto de una
plaza municipal de abastos que sigue sin cumplir la Ley. Ya sea una, o varias.
En el encuentro por burro, me hace el edil volver a
escuchar por veintiuna vez la
inexplicable explicación de aquel que dijo fuera “hijo de la Encarnación”, y allí
le transmito mi nueva confianza en quienes desde hace un años volvieron a
repetirlas mismas palabras de estos tres ediles ahora en la oposición. Son los
de la nueva gobernanza, Cejas, Cabrera y Muñoz, y si anteriormente fue lo de
¿pero, como, Paco?, Ahora es, “la puerta la voy a poner yo”, en presencia de la
Presidenta.
Lo de la carta sobre
la mesa, y posterior anulación in extremis, ahora, en el pórtico de la
Esperanza, es que todo está en manos de Antonio, Cultura viva, y el cariño de
la Navarro, siempre en Pasión por la puerta y la reflexión solar sobre e
cristal con un estor por solución, lleva en la actualidad, según me afirmaba
por Regina el delegado Muñoz ( que tiene el asunto sobre la mesa) y por
noticias, que Mariano, quien también conoce el asunto de la Ley y la puerta,
pues como no podía ser ya de otro modo que se ha incluido los mil euros del
costo de esta, en los millones en disputa de las partes contratantes, lo que me
hace pensar que en breve en esta primavera de cultura, la puerta pueda abrirse
de par en par por lo que invitaré, como ha quedado dicho por burro a estos
ediles de la oposición. Debo de agradecer que cuando menos Juan Ignacio me ha
deseado suerte en este logro, que aun pone
en duda se pueda llevar a cabo, debe de ser que de ser así nada habrá cambiado,
y eso sería lamentable. Por burro
Sevilla a 20 de Marzo de 2016 (Domingo de Ramos)
Francisco Rodríguez Estévez
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