De cine

De tantos años pasados, tengo recuerdos de cuantos responsables estuvieron en la responsabilidad como irresponsable de la misma, que guardo una cantidad suficiente de "perlas" que vinieron a decir en esto de la Encarnación.
He elegido esta de cine, por aquello de que en breve pasaran por esta solitaria plaza municipal para filmar mi parecer en una película acerca de esto de la Encarnación, siempre misterio.

De la boca de la delegada,  y con una rotundidez que parecía por el tono empleado que podía ser cierto, y sin que se me haya podido olvidar mi una sola parada de respiración en esta alocución, que de haber sido texto tendría sus comas, para aseverar sin género de duda algo que ya de principio y sin concebir aparecía, abortado.
 Pero es la perla…… la de cine, la que en los preámbulos de la filmación acaso sea un buen punto de partida para la película del misterio, y es que la frase es para enmarcar vista en la distancia de los veintisietes años que nos han pasado, tanto, que ni tan siquiera tengo conocimiento de cual fuera el destino de su autora mas su frase, por descertada,  permanecerá ahora y por siempre en la “nube”, y acaso por tiempo en la filmografía.

Con  maternal voz, y con su acento de Chamberí,  como el “tigre”, vino a decirme en mi desanimo de tantos años esperando que se construyera el mercado en aquel solar que evidentemente no avergonzaba a nadie y en los que los callados placeros aprovechaban como aparcamiento. “”Ya verás, Paco, como nosotros te vamos a hacer un mercado de cine””.

No me quedó otra que esperar, y  viendo que no aparecía ninguna noticia al respecto,totalmente convencido de que “la perla” era algo tan irreal que, una vez pasado cierto tiempo, y no sin antes llamarla con reiteración al teléfono, dado la cantidad de veces que se encontraba “reunida” que no quedó otra que pasar a escribirle cartas al objeto de que confirmara a qué clase de cine se estaba refiriendo, si era al cine histórico, al de fantasía, al de intriga, al cine negro, al de genero cómico, al de gánster, acaso al de terror.
A todo esto, al poco tiempo la delegada dejo de ser responsable, y difícilmente en la irresponsabilidad se podía hacer nada de cine en esa Encarnación en la que por aquella fecha llevaba casi cinco lustros en la provisionalidad. Ahora pasado el primero de esta plaza municipal de abastos de laberintico diseño, llena de errores y deficiencias,  será el cine el medio que llega para hacer divulgación de este royo, de una “historia para no dormir”.

Sevilla a 5 de marzo de 2016

Francisco Rodriguez Estevez