En lo de la Encarnación, siempre misterio, no hace al caso
preocuparse después de la tranfiguracion padecida, o sufrida, por si aquello
fue un acierto o un despropósito. Evidentemente que despues de treinta y siete
años de inmundo solar, que parecía a las responsabilidades que aquello no existía
en pleno centro de la ciudad, como que cualquier cosa seria mejor, y no digo
nada de los arrinconados placeros soportando la condena de la eterna provisionalidad.
La cuestión era salir, lo peor era sin saber donde les meterían.
Hoy la Encarnación ha quedado convertida en la mayor zona de
bares. Abandonada por el comercio que trataba de resisitir solo proliferan estos
establecimientos, que copan las calles de su perímetro atiborrándolas de veladores.
La plaza municipal de abastos, acaso sea el criptex del misterio,
pues no aparece el celo que debería de constatarse cuando menos por las
responsabilidades del consistorio, habida pena que la de los pobrecitos
placeros hoy convertidos en sub-arrendatarios de la adjudicataria, bastante
hacen para evitar el previsible deterioro ante la nula actuación que allí los
ediles soslayan. La laberíntica plaza municipal no tiene la aceleración en el
proceder que tan fuera una calle, la rotonda Sur, convertida en bar de copas,
ni la acotación de la fachada Este con jardineras para la complacencia de los
arrendatarios de los mismos, ocupándose el viario que solo deja una estrecha
franja, para que sea compartida por peatones y vehículos.
No volveremos a las deficiencias tanto de servicios en la
nube, lugar más alto del micologico conjunto del ruinoso negocio, ahora cerrado,
como los que siguen clausurados en el antiquarium, por lo que solo queda los del galimatico mercado para compartirlo
con la indigencia, usuarios, visitantes, clientes, y grupos de asiáticos que
cada día los utilizan. Es evidente que
la preocupación de los concejales esta en otro punto, con unas elecciones generales,
y unas fiestas a la vista, pero es que aparte de la visita con foto, no parece después
de más de dos meses, que ninguno tenga la menor prioridad por hacer algo, lo
cual evidencia lo difícil que se hace por el tiempo transcurrido desde la inauguración
de las setas, que se pueda llevar a cabo ninguna modificación que pueda mejorar,
en contradicción con la actuaciones llevadas a cabo, pues la calle es bar.
Parece ser que los grupos mayoritarios, actúan como que acabaran de llegar a
esto, y que ni los años de oposición, por supuesto sin responsabilidad, ni los de
responsabilidad sin oposición en el asunto de lo de la Encarnación hubiera servido para nada,
se podría eximir de tanto desconocimiento en este misterio a los recién llegados,
pero ocurre que ni unos ni otros saben certeramente cuan es la superficie de
este espacio municipal que tiene entregado, al parecer solo en conservación y mantenimiento,
pero que obra tal como si fuera propiedad privada, y por cuanto son los limites
de este desacertado conjunto que se comparte, cual cajón de sastre, donde los
pobrecitos placeros, y aquí está el mayor misterio del misterio, pagan, solo
pagan, ¡qué cruz!.
En voz alta me pregunto cada día si acaso no se dan cuenta
de lo necesaria que se hace colocar una puerta automática, o tal vez que sea eso todo
lo que le importa a esta responsabilidad. Por tal motivo como poder creer que
les atañe conocer, (por cuanto han pagado en metálico con dinero y en especies del erario público) cual es la
superficie de la plaza municipal de abastos de la Encarnación, cuales son sus limites en plano de planta, y porque no, cuántos son los espacios compartidos. El próximo día abriremos
las alcantarillas.O de las salidas de aire.
Sevilla a 25 de Octubre de 2015
Francisco Rodríguez Estévez
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