
Continúa el procedimiento que llevan a cabo las
responsabilidades en lo de la Encarnación, concretamente en referencia a la
laberíntica plaza de abastos municipal, donde al alimón no son capaces de pararse
y reflexionar acerca de la desastrosa
colocación de las puertas.
La indolencia al respecto es tan patente que no cabe duda de
haber existido algún interés por instalar aunque fuera una sola puerta automática,
de acuerdo con la Ley de accesibilidad, como que se ha tenido tiempo más que
suficiente para su colocación.
La puerta automática, como punto de partida a las muchas
acciones que se deben de llevar a cabo en todas y cada una de las zonas de la multidisciplinar
ocurrencia que conforman el desafortunado conjunto que así pasen otros cuatro
años, ni es sinergia del comercio, ni emporio de riquezas, ni locomotora de los nuevos negocios, por no recordar lo de
la prolongación de la 5ª Avenida de Nueva York, que ya le puso imaginación aquel
vice- alcalde, que hizo las cuentas con números rojos.
A dos meses de elecciones municipales se nos antoja que estos
pasados cuatro años fueron días perdidos tratando de que la responsabilidades,
que evidentemente a tenor de los resultados, es fácilmente comprobable que aquello
le importa muy poco, y fueran capaces de entender lo importante que pueden ser
la colocación de las puertas automáticas para la recuperación de una plaza municipal
de abastos, de absurdo diseño y galimatica distribución, pero que sin solución de
continuidad, las responsabilidades no dejan de mostrarnos la indolencia.
Sevilla a 14 de Abril de 2015
Francisco Rodríguez Estévez
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