Las listas

Caer en la lista
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Los años, treinta y siete son los pasados en esto de lo de la Encarnación, fueron marcando los destinos, no solo de su desaparecido mercado junto con sus placeros, tambien el de todos los comercios que a su alrededor estaban establecidos.
Ahora, impera la soledad sobre un inexistente bullicio. El silencio crece, menguan los clientes. Nada volverá a ser como antes, ni con el enorme gasto y empeño de semejante obra, comenzada en 2002, que allí se está realizando, parece que pueda evitar la previsible desolación cuando todo el espacio ha quedado convertido en algo decadente, solitario y ruinoso, donde solo se incrementan las listas de desaparecidos. Caer en la lista, caer, en desgracia.
Placeros, comercios, políticos, arquitectos, expertos, constructoras, todos tienen sus listas de caídos por la causa, que deberían de figurar en algún lugar del micologico conjunto a fin de recordar a todos los damnificados que una mala gestión se llevó por delante.
Lo de la Encarnación nació torcido. Se diría que empezó mal, pero acabará peor. Cuestion de tiempo.
Con lo de la nueva cronometrica, y la madera que va pegándose, parece que se puede ver algo mas de movimiento, algo tan posible como que la aceleración hubiera vuelto de nuevo a lo de la Encarnación. Al menos eso se advierte cuando, después de múltiples e infructuosos intentos por hacer la escalinata, se comprueba que casi esta terminada una parte, la oriental, de la escalera norte del polietapico complejo, lo cual hace pensar que se pueda,( aplicando la misma velocidad para todo el conjunto del emblematico proyecto),y no que no se quiera, que lo de la Encarnación podría acabarse, al menos la fase predeterminada, a la que llaman zona de mercado, en los plazos marcados, justo para la primavera de 2010.
Pero como otra cosa será lo que resulte, no seria conveniente ni sensato volver a lo de las lunáticas fases inaugurales, que camino e intenciones lleva, al objeto de estar todo el año pre-electoral inaugurando encarnaciones en la Encarnación, ora el antiquarium, ora el planetarium, para dejar a la concesionaria-adjudicataria y constructora endeudándose por días con las penalizaciones, e inútilmente tratando de recuperar la inversión del capricho realizado con la cuota de los placeros.
No parece probable que nada pueda detener aquello, por mas que vuelva a ralentizarse por las medida técnicas y de seguridad que tengan que tomarse en un proyecto tan complejo y dificultoso, y que obligan a tanta cautela como para que si alguien se cae, que sea de la lista, y quede missing para siempre.
Sevilla 7 de Julio de 2009-
En 2005 el in situ ya estaba arrasado
Francisco Rodríguez Estévez

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