sábado, 27 de junio de 2009

En carne veral

Cuando llegue la primavera

Como nadie lo sabe, del mañana solo se pueden hacer conjeturas, pues quien puede saber si estará, o no estará, cuando llegue la próxima primavera. Con seguridad, nadie puede saberlo. Lo mas probable, (y usted, que conmigo lo vea), será que lo de la Encarnación aun estará sin terminar. Un vaticinio, que por facil, no hace falta tener dones sobrenaturales. Algo mas difícil, y por ello cabe la posibilidad de que tampoco esté,( ni mucho menos calculado), sera conocer la cuantía de las penalizaciones, algo tan importante, como serio que, además de concretar la responsabilidad de una demora de record, para esa fecha de previsión inaugural, (naturalmente por fases), la cosa puede alcanzar un montante de consideración especial, más cuando se trata de algo tan dificultoso de desenmarañar, que tan solo puede compararse al propio misterio de lo de la Encarnación, calificado como lo mas complejo del mundo.
Debe ser harto difícil establecer esas uniones de madera, a semejanza del puente sobre el río Kwait, por más que no tenga previsto soportar carga alguna.
El arriesgado diseño elaborado con tecnología punta, empequeñece a todo lo anteriormente realizado en especial a aquellos que son tan antiguos como los puentes y acueductos romanos.
Cálculos y recálculos han sido establecidos para unir seta-5 y seta-6, en un alarde de complejidad única en el mundo, de tal suerte que a nada mas ver aquello ya se advierte que puentes como el de Lisboa, o el de San Francisco, solo pueden causar risa.
Ni tan siquiera el de Dresde, con sus 20 kilómetros,( ni por lo que “le ha costado”) tiene parangón con este que, por su vanguardia, asemeja la gasolinera de Hannover.
La proeza, de salvar esa distancia entre setas, mediante un puente tan osado, se diría de equilibrio inaudito, es lo que al parecer esta retrasando lo de las setas, asunto cada vez mas complejo, que los cálculos de la dificultosa estructura de laminados de pinos finlandés, donde el inversor-constructor-adjudicatario y concesionario, tendrá que realizar encaje de bolillo financiero para alcanzar la rentabilidad de los números de antes del desplome de la banca, sin que pueda inaugurarse la joya del proyecto, que no es otra que la cripta museística de la cual en los estudios de viabilidad le adjudicaban un numero de visitas superior al de la Catedral y Alcázar. ¡Será por números!
Sevilla a 27 de Junio de 2009
Francisco Rodríguez Estévez

1 comentario:

garcia rodulfo dijo...

Efectivamente, estimado Paco, ahora la cosa se retrasa para la primavera mientras hoy sabemos que los de la UNESCO aconsejan no construir la gran torre de Cajasol. Podría ser que las setas de la Encarnación sea el último delirio arquitectónico que unos gobernantes ignorantes van a llevar a buen puerto. Un saludo de José Garcia, el cámara que te grabó aquella tarde de sábado a las puertas de nuestra amada Plaza de Abastos.