viernes, 17 de abril de 2009

Mercado, de toda la vida

Pendientes de un hilo

Parece que la “ingeniería alemana”, de toda la vida puntera en el asunto, tiene la clave para la sujencion de aquello. Nada puede quedar a la improvisación, menos, esperar el milagro, para que no se caiga nada, o algo pueda quedar pendiente de un hilo, como la imagen que coronaba la iglesia parroquial de L´Aquila, para ser rescatada por los bomberos.
Cálculos y recálculos parecen haber dado resultados. Todo está listo. Una nueva partida aparecerá en los costos, la de la solucion a la imprevisión, por lo que nada extrañaría que se tuviera que soportar con el equilibrio del más difícil todavía, en la cuenta de penalizaciones. La del yateveré.
El caso es que, entre una cosa y otra, pitos y tambores para unos, y palmas y el tío de la caña, para otros, lo de la Encarnación, a punto de recibir la visita de medio mundo mundial, para ver aquello después de la feria, no es que no le pegue un palo al agua, es que no pega un palo desde hace seis meses.
Con tanto ajetreo de fiestas y compromisos parece, como si nadie quisiera darse cuenta, que aquel ajuste de la cronometrica, en la “instrucción dada”, no estuviera sincronizado con el almanaque, y “aquello”, sin prisas, sin la estación del metro, bajo el metropol, y sin las celulas fotovoltaicas, sobre el “parasol, es más que posible que esté sin terminar cuando llegue la Navidad, fecha en la que si acaso seguirá en tenguerengue.
Temblando, pero mas que de miedo por que aquello se mueva, por el susto recibido, a nada saber que la estructura micologica se encuentra en zona de riesgo sísmico, y aunque este es imprevisible, de vez en cuando aparece.
Acaso la premonición de Emblematico en su lucha de gatos con Peligros pueda cumplirse y, con las carnes abiertas, por si ocurriera el pronostico, cabe de temer, que esta Encarnación de mis canas, que antes fuera de mis carnes, llegue a saltarse el Eurocode 8, a la torera, y la NCSA-02, a la bávara, tal como la FERAEE, a la brava, como patata, y la LPHA, como “el pepino”.
Pues si son dignos de tener en cuenta, los temblores en este tectonico lugar, la preocupación crece al enterarnos que el retraso en lo de la Encarnación, a parte de por seguridad no prevista, es por causa del cambio de normativa en la utilización de madera, nada que ver con la tala y el cambio climático, ni con la sostenibilidad, pues todo fue debido por no prevenir en la elección, ya que una estructura de similar característica, unos meses antes del izado, había cedido a causa de unas cargas no previstas en los cálculos.
Que pensar,( si se olvidaron los paneles fotovoltaicos), si se omitieron las probalidades teluricas y apareciera, como la seta 6, de sopetón y sin previo aviso, la magnitud 6 en la escala Mercalli, de los mercas de toda la vida. Al final todo es cuestión de dinero.
Sevilla a 17 de Abril de 2009
Francisco De P. Rodríguez Estévez

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