Dormir

la consulta telefónica

Aprovecho este desapacible dia festivo que regala Enero para ordenar un poco las cosas de la casa. Ya son varias las bolsas de plásticos llenas de papeles que espero no sirvan ninguno en el futuro, y  en otras algunos cacharros, libros y esas cosas que se van almacenando y entre ellas dos  papiros egipcios que me regalaron hace decadas, plantillas, cassetes, dvd, y otras tantas cosas que solo hacen acumular polvo.

En el cajón de las medicinas advierto que algunas que no se completaron el tratamiento han caducado, cierto que con mis años tengo poca medicación y se centra en tensión arterial, artrosis, y sueño, pero en esta limpieza de cajón me encuentro algunas que ni las recuerdo, leo los prospecto son nebulizadores de lo que diagnosticaron como rinitis, en consulta privada, y la otra es un inhalador prescrito por el neumólogo que aun no ha caducado. Lo guardaremos.

En todo esto aparece una caja que trato de recordar que fue prescrita en los primero tiempos de las consultas telefónicas, al objeto de reponer el tratamiento de mi médico de familia que estaba ausente y en su lugar fue otra persona quien me hizo receta de lo que ya estaba indicado, mas cuando le pregunté que la pastillas que tomo para dormir me causa un dolor de cabeza al despertar, y que incluso me cuesta tiempo en llegar al sueño  recetó otras. Son estas, ahora me explico porque está la caja entera teniendo fecha de caducidad para Junio de 2025.

Cierto es que el paciente no debe de leer las contraindicaciones, diría que ni tan siquiera someramente el prospecto por más que indiquen que se conserve, debemos entender que los riesgos en la prescripción los conoce el doctor en Medicina cuando receta algo que en los laboratorios avisa de los altísimos riesgos de este fármaco, ya que lo que le había pedido a la doctora telefónica, era algo que me ayudara a dormir mejor, y careciera del efecto rebote al despertar.

Lo mismo estoy equivocado, y esa hipocondría del miedo me hace temer todo lo que puede ocurrir según indica el prospecto doble de 80 centímetros de largo en doble cara y letra pequeñísima, y que debe ser muy eficaz en aquellas personas que necesiten algo más en su equilibrio mental a tenor de las advertencias que deben de ser tenidas en cuenta por los posibles síntomas adversos.

 NI que decir tiene que ni las tomé en su día de prescripción telefónica, ni pienso hacerlo ahora, mas pregunto si estos medicamentos de tantas contraindicaciones pueden ser recetados por teléfono, incluso entendiendo que en la pantalla tenga todo el historial del paciente, pero a tenor de la lectura de las indicaciones del medicamento creo entender que para nada indica que se pueda salcanzar el descanso reparador del sueño, ya que no se trata de que este tenga posibilidades de que segun prospecto, sea “eterno”.

Decididamente la conservaré para cuando algún día tenga visita presencial con mi médico de familia le entregaré la caja, que posiblemente aun no haya caducado, y pueda emplearse con mejor acierto.

Sevilla a 2 de Enero de 2023

Francisco Rodriguez