El tercer día

Acaso por lo que significa salir cumpliendose  lo escrito, llega el tercer día.

Tal vez el más difícil, ya no hay broma y menos las que atoran las redes  del trasmallo informativo y la jabega del humor, para sus capturas, pesca de lance, arte de la cuchara, la almadraba y.......... es que al tercer dia lo que procede es la espera paciente de la caña.
 En el silencio no hay broma.

Demoro mis salidas en los oscuros azules del amaneceres que en pocas fechas se volverán más negros, ya sea por la misantropía esquiva de los pasos por intramuro, que no son de penitencia sino de miedo, por lo que acudir al trabajo, en horas intempestivas, y es  que de no ser por lo pertrechado que se sale  provisto de chubasquero, guantes, gorro, y mascara en su conjunto, que tanto debe impactar en las escasas personas con las que ni cruzamos miradas.
Salir por la tarde seria otra cosa. Llega la Primavea.

Desde mi casa veo a mi vecino sacar a “coco”, un perrillo negro al que mi preciosa perrita “bola” de sedoso pelo blanco no quería ni ver, ahora la podría bajas a la calle y pasear entre los naranjos. Acaso ahora fuera el momento de adoptar un perro.

En esa nueva feria de la máscara, que se supone higiénica, nos permite observar que algunas personas combinan el color de estas incluso con llevar a tono la ropa, y los guantes desechables. Basta ver la variedad de estas y como las llevan tapando el rostro, que mas parecería fuera una especie de vanidad mas propia del “SAPE” (que no es expulsar al gato) sino una forma de vestir elegantemente dentro de la profundas miserias del Congo, país tan grande como de inmensas riquezas y mayores pobrezas.

 Moda "mascarilla". Vemos un modelo de mascarilla confeccionada en seda natural color rosa, con cintas de recogida en azul purísima, le sigue una realizada en raso color blanco roto, el sistema de sujeción queda tras la melenita corta, en la versión de caballeros es tosca, sencilla de color azul tejido de poliéster y engancha en las orejas con perforaciones, del tejido.

En mi lugar son cuatro modelos los que cambio según, para que. En el trabajo utilizo uno muy simple , evidentemente no es para ostentar, me lo dieron en un centro médico. De color blanco esta fabricado en papel seda, y tiene tres tablones o pliegues que se expande para abarcar más protección.
El de salida es de color azul celeste, fabricado en tela y su sujeción es de estrechas cintas de color blanco.

 Muy similar es el blanco que ya he utilizado para ir a realizar la compra al super, ya sabéis, cuatro tonterías para picar, y ya creo que he puesto peso. La cuarta por el momento, pues tiempo tendremos de hacer alguna con diseño propio, es de una especie de guata apretada, blanca y de forma redondeada, me la ha regalado una clienta, pues le dije que no las encontraba en ninguna farmacia, y por lo visto las obtuvo en compra “on line”.

En la Encarnacion, su plaza municipal de abastos abre sus puertas de par en par evitando las molestias al publico que tener que abrir  manualmente, evitando el posible contagio, las pesadas hojas de la modernidad. Faltaría más.

la fiel clientela muestra un buen surtido de la moda en mascarillas, y guantes desechables, sus calles son como pasarelas de una moda, de un tiempo difícil, que parece broma.

 Lo mismo con las medidas que dicen se llevaran a cabo en esta crisis mundial, y con suerte los vendedores autónomos quedan, como ya quedo claro con las medidas adoptadas, exentos del pago a la concesionaria-adjudicataria, de la licencia municipal, la cuota de autónomo, e incluso del recibo asociativo. Ponte la mascara.

Sevilla a 18 de Marzo de 2020

Francisco Rodriguez Estevez