Hace cuatro años
Viendo aquello no salía de su asombro. Buscaba información acerca de un céntrico mercado y se encontró con el espanto del provisional.
No se si fue con admiración, pero seguro que como algo insólito. El periodista no daba crédito a lo que estaba contemplando, pero para que no le quedara dudas, a las palabras que recogió en su minúscula grabadora, le añadió una gran cantidad de instantáneas digitalizadas captadas con su cámara de ultima generación, en la que quedaron para el recuerdo de su paso por el céntrico mercado dela
Encarnación de nuestra ciudad.
En ella quedaron impresa la cubierta de chapas, la piletilla del agua, la estructura tubular, la visera de zinc caliente de la entrada, la mortecina luz de sus fluorescentes, el deteriorado rotulo de la entrada, la desolación del viario interior, en definitiva, que se llevó "todo un recuerdo".
Viendo aquello no salía de su asombro. Buscaba información acerca de un céntrico mercado y se encontró con el espanto del provisional.
No se si fue con admiración, pero seguro que como algo insólito. El periodista no daba crédito a lo que estaba contemplando, pero para que no le quedara dudas, a las palabras que recogió en su minúscula grabadora, le añadió una gran cantidad de instantáneas digitalizadas captadas con su cámara de ultima generación, en la que quedaron para el recuerdo de su paso por el céntrico mercado de
En ella quedaron impresa la cubierta de chapas, la piletilla del agua, la estructura tubular, la visera de zinc caliente de la entrada, la mortecina luz de sus fluorescentes, el deteriorado rotulo de la entrada, la desolación del viario interior, en definitiva, que se llevó "todo un recuerdo".
Meses mas tarde recibí el periódico con
su artículo, pero no pude entender nada de lo escrito, y bien que le explique
lo de la temperatura, lo del grifo único para todos los comerciantes, la sobrecarga
de los tubos de la estructura, y todo lo que ustedes, si tienen oportunidad de venir por la Encarnación , pueden
comprobar y valorar como negación comercial. Estaba claro que necesitaba un
traductor de japonés.
Cuando pude enterarme, el periodista
nipón decía a sus lectores, que si tienen oportunidad no dejen de visitar el
mercado central de Sevilla, al que llaman provisional desde 1973, (imagino que
serviría de chiste), antes de que lo abandonen sus comerciantes, pues se
trasladaran a uno de nueva construcción. De esto hace algo más de cuatro años que se viene anunciando por el reelegido consistorio.
Ahora que crecen las setas, serán los
propios sevillanos y sevillanas, los que deben de darse prisa si quieren
conocer esta efimera y perdurable a la vez edificacion provisional del tardo-franquismo, ver a estos ultimos vendedores que resisten bajo la mas calientes de las chapas, e incluso
beber en el único grifo que durante tantos años les abasteció a todos, pues
acaso cuando desaparezca la provisionalidad, en la que resisten, no aparezca
ese futuro prometedor, y el jubilo micologico solo sea un postrer lamento.
Como naipes de una baraja, solo serán
cuarenta, como lo que se dice que se ajustan, como cante de un tute subastado,
como dias de escayola que suelda el fracturado peroné, como cuarentena de infecciosos,
como los aliados de Alí, cuarenta.
Ellos serán los que tengan que asumir los riesgos de tanta modernidad y sus costos, pues tendran que añadir a lo que el concesionario constructor establezca, los de seguridad, seguros, limpieza y suministro eléctrico de forma comunal, y los de salario, mutualidad laboral, impuestos municipales, impuestos estatales, suministro eléctrico, seguro, teléfono y el capitulo de reparaciones e imprevistos, de forma individual.
Ellos serán los que tengan que asumir los riesgos de tanta modernidad y sus costos, pues tendran que añadir a lo que el concesionario constructor establezca, los de seguridad, seguros, limpieza y suministro eléctrico de forma comunal, y los de salario, mutualidad laboral, impuestos municipales, impuestos estatales, suministro eléctrico, seguro, teléfono y el capitulo de reparaciones e imprevistos, de forma individual.
Y viendo aquello crecer, como que me da
un que pensar, como que antes de que se acabe de realizar el icono, se
presintiera un futuro demoledor. Debe ser el nublado.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla 16 de Agosto de 2006
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