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Que voy a llamar
Un decir inesperado que en el silencio ha sonado, lo cual hace pensar que fuera esta vez.
Un decir inesperado que en el silencio ha sonado, lo cual hace pensar que fuera esta vez.
El golpe de martillo avisa de que una vez acabada la breve tregua, indica que ha llegado el punto previo para continuar y que haciéndolo sonar de golpe seco ,dicen “a esta es”.
Es el golpe que avisa para que todos los músculos contenidos por la tensión acumulada en el tiempo inacabado salten con fuerza y queden por segundos suspendidos en el aire antes de que caiga todo el peso que se espera, para una vez aliviado, se inicie un camino sin retorno, un itinerario previsto que llevara inexorable hasta arriar los zancos, para abandonar definitivamente los travesaños de la chambrana que durante mucho tiempo permitió incluso en la adversidad sentir la levedad de su carga. Paso a otro. Pasó el tiempo.
Es el golpe que avisa para que todos los músculos contenidos por la tensión acumulada en el tiempo inacabado salten con fuerza y queden por segundos suspendidos en el aire antes de que caiga todo el peso que se espera, para una vez aliviado, se inicie un camino sin retorno, un itinerario previsto que llevara inexorable hasta arriar los zancos, para abandonar definitivamente los travesaños de la chambrana que durante mucho tiempo permitió incluso en la adversidad sentir la levedad de su carga. Paso a otro. Pasó el tiempo.
A esta es. Tantas ganas......... y no me queda ninguna, ni la más
mínima me queda de salir de debajo del oscuro faldón que tantos años vino a cubrir, los
ojos y el corazón. Tantas ganas, y en este postrer envite ha desaparecido el
deseo de descansar los esfuerzos que el tiempo te recuerda que ha finalizado el de
tablajero, más de sesenta años, y que ha llegado el de los relevos.
La incertidumbre es un miedo que me lleva toda la vida
acompañando. Los mejores resultados no los hice cuando los abandonaba en cuanto el mínimo atisbo de duda me aparecía,
por el contrario los peores me llegaron cuando me fortalecía al tomar la
decisión.
En el fanal, mirando cada día el gran ventanal por el que
también pasa la vida, el tiempo lento da para pensar tanto que me hacia
albergar esperanzas de que llegaría el momento en el que alguien en la
responsabilidad trataría de cumplir la Ley de Accesibilidad de los edificios
públicos, y se instalaría la necesaria puerta automática. Era algo determinante
para hacerme más fuerte en la penosa carga de hacer ventas imposibles con unos gastos
desmesurados. Paso lento. Pasa Zoido, pasa Espadas. Pasan 12 cofradías cada
año, y otras evitan pasar el marco micologico.
Pero quién lo iba a decir, cuando ha llegado el relevo, y el
martillo suena para estar preparado. Llama cuando quieras. El monstruo marino
golpea el dorado del Desprecio haciendo mayor el silencio. Suena tres caídas.
Plaza, bidonville, y laberinto. “ A esta es”
Ha sido lamentable tener en la responsabilidad al personal que se ha tenido luciendo negros
ternos, y a los pobrecitos que en su callado sentir me tocaron en suerte
compartir esta carrera oficial. Tu en ella, y yo por ella, así está escrito en
ciento de ocasiones mi apego tablajero en
esta plaza, pero si toca el martillo, por mucho que me duela escuchar la
llamada será para arriar el paso ¡a esta es! Lo cual me lleva a pensar que no tardará mucho
en colocarse la puerta. Amanece que no es poco.
Sevilla a16 de Junio de 2017
Francisco Rodríguez Estévez
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