Setacinco
La setacinco permanece inconclusa desde hace semanas. La setacinco deja demora, como deja ver el caracol que tiene en sus entrañas porque aun le faltan tablones por pegar. A los teutones no se les ven en el tajo desde Santiago. Cabe pensar que esta vez no se trate del mismo asunto que propició la paralización del año pasado, que más pareció huida, a la que llamaron por seguridad.
Parece imposible que en esta se trate de un motin, y pare de contar, pues sería de temer que todo esto fuera un boicot a la cronometrica marcada, y en lugar de una, hacen dos encarnaciones como quien hace bibliotecas.
Acaso el presunto abandono solo se deba a las merecidas vacaciones estivales, y la maleficencia, como siempre, anda haciendo conjeturas con la setacinco y la setaesis.
Seria deseable que esta interrupción fuera debido al cese de la actividad de forma temporal, y que la causa no tenga su origen en la falta de liquidez de los engrudos de pegar setas de toda la vida.
Sea por la causa que sea, la cronometrica anunciada para lo de la Encarnación nuevamente sufre retrasos no previstos, de esos que llaman sorpresas, y, aunque después de tantos años, cierto es que ya nadie tiene la menor prisa, no lo es menos cierto que, con estas demoras, dejan a las palabras en evidencia.
Pero como una cosa es lo que se escucha, por lo que dicen, y otro lo que puede verse, se observa un evidente retraso, por lo que, en el mejor de los casos, la palabra siempre queda en esta carrera por detrás de la cronometrica.
Sin contar ni con lo de las celulas fotovoltaicas, la puesta en valor del “antiquarium”, y en cuanto al emblematico mercado, antes de anunciar nada, no vendría mal un vistazo al reglamento.
Sevilla a 7 de Agosto de 2009
Francisco Rodríguez Estevez
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