martes, 18 de agosto de 2009

El silencio habla

Plaza de silencio, plaza de abastos

El tiempo hace cambiar los hábitos de compras, pero son otras causas las que ocasionan que en las plazas de abastos el bullicio haya sido cambiado por un silencio tan sepulcral que en ocasiones produce espanto. En la Boqueria de Barcelona, con 323 paradas o puestos, se genera una afluencia de publico superior a 20.000 visitas diarias.
Es difícil aceptar el espanto, acaso por eso sea que ver aquello sigue produciendo estupor en los viandantes, por mas que el asombro que les causa ahora solo sea pensar como fue que se pudo consentir hacer allí semejante cosa.
La respuesta al enigma se encuentra en el silencio. Es difícil acostumbrarse al silencio, pero en el está la solucion a la pregunta mental del peatón al ver aquello que le produce tanto espanto con solo pensar que en cualquier momento puede aparecer, y no solo en sueños, estas construcciones en la ciudad de las personas dormidas.
Sevilla ciudad de Encarnaciones. El sueño de la Encarnación, sueño emblematico, se acerca a su final. El despertar tiene fecha ignota, data desconocida, con probalidades cercanas a las llamadas a los comicios.
Tiempo suficiente para llevar a cabo el periodo de adaptación, pues no quedara otra que tener que acostumbrar las retinas a ver aquello que tanto estupor causa a los viandantes que no se explican como se pudo consentir eso.
Después de todo el tiempo, y lo que se ha tardado, duele tener que ver aquello que desnaturaliza la plaza que nunca volverá a tener la plaza de abastos, aquella que tomaron los vendedores tras la huida del ejercito francés. Plaza de madera, plaza amable, plaza de veneración, plaza de mis carnes, plaza de chapas, plaza provisional, plaza eterna.
La vanguardia, la epatante cubierta, el botellodromo, el mirador, aun no tiene el revestimiento nube, ni el graffiti facil, por el momento rampas y escalinatas en granito gris para recordar mas si cabe a la pirámide de Teotihuacan, que a la teobroma, esta comida de dioses, aquella morada de los dioses, tumba azteca que acogieron a las momias del pasado, y Dios mediante a las del futuro por que no hay un dios que se entere por lo que puede salir aquello que verlo produce espanto. Plaza de setas, plaza champiñón, plaza de escaleras, plaza de silencio, plaza botellón, plaza de mítines, plaza de concertación, plaza de indigencia, plaza sin sol.
Ver aquello, ver para creer, que tuvo inspiración en la casa de Dios, “que nos tomen por locos”, ver como aquello impune devora los cielos, sigue causando asombro al igual que ver a cuantas personas se preguntan a si misma, como se pudo consentir. Plaza de mis canas, plaza perdida, plaza de arqueología, plaza de abastos, La Boqueria.
Sevilla a 18 de Agosto de 2009
Francisco Rodríguez Estevez
La setacinco esta pegada, otra cosa es pagada.

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