La inesperada visita

Serpiente de verano

En un principio, la inesperada visita al polietapico y caprichoso conjunto de lo de las setas de la Encarnación, hacia pensar que siendo la segunda ocasión, en menos de un mes, esta sería para colocar la primera cuña en el parasol, ya que no tuvo primera piedra, y tambien, que fuera para poner la primera piedra de la estación del metro, no sin cierto retraso en el metropol.
Ni lo uno, ni lo otro. Aunque la cosa iba de piedras, de las cuatro piedras sin valor de los tiempos de las Isabeles, aunque perdida la Guerra, era evidente que los supervivientes del gran socavón previsto, cuando colocaron aquella piedra en la coalición, optaron, por aquello de que menos da una piedra, ponerse el casco y comprobar que las que no acabaron en las escombreras andan por las paredes.
Hay que decir que por un momento se llegó a pensar de tan inesperada visita que todo se debía a agosteño celo por la sostenibilidad, que algunos llaman por la permanencia, al objeto de que la energía renovable, la de vanguardia, quede integrada en la trama del emblematico complejo.
Otra cosa es el complejo de las sombras, que de ese hay que hacerse ver, si no se quiere acabar escondido en la marmita como Euristeo, o contando árboles por los alahurines con el pensamiento de la motosierra. La madera es la madera.
Acaso fuera, buscando tablas, que tanta lamina de pino fuera a dotarse de lo ultimo en modernidad con el fin de que pudiera ser un modelo único en Europa, pero no ha podido ser, pues se le han adelantado, y todo por el retraso que por seguridad se impone, sin duda hubiera estado bien añadir a los paneles solares, al igual que al nuevo edificio de la estación biológica, nidos que acogieran a distintas aves, en esta cernícalos y murciélagos, y en aquella se podrían acomodar junto a los vencejos desahuciados por la tala de las acacias, que ya ha llovido, un lugar para que cohabiten tanto el sison, como buchones y marcheneros.
Pero para que el micologico conjunto fuera de verdad moderno y sostenible lo ideal sería que se le aplicara el ultimo grito en tecnología verde, cosa que naturalmente necesitaría una nueva visita, y es la aplicación de la refrigeración, como para quedarse helado, utilizando la cubierta visitable del parasol para plantar plantas autóctonas, facilitadas a tal efecto por la Consejería de Medio Ambiente.
La apretada agenda, le privó de informar bajo las chapas provisionales, de los últimos avances, que Dios mediante nos enteraremos por la prensa, tal como estos, que guardo la hoja por si solo fuera serpiente de verano.
Sevilla a 28 de Agosto de 2008
Francisco Rodríguez Estévez