Cuando rodabas las bolas sobre el tapete verde suena la llamada que espero, es la hora, lo cual hace que disponga de tiempo suficiente para llegar a tiempo al lugar de encuentro. Son tres, como un triangulo de escudo verdiblanco formando por tres puntas donde guardan las treces almas que quedan bajo la corona que adorna seis rubíes de su propia sangre.
A todo esto siendo tiempo de desayunar que mejor que ración de calentitos. Cuatros en la mesa, café solo. Chocolate, descafeinado con leche sin lactosa y te verde. Gusto para todo y dos tostadas con jamón serrano. Una clase intensiva de Barrio Sésamo: Bueno y malo, correcto e incorrecto, verdad y mentira, alto y bajo, dorso y torso. El torso acaba en las nalgas y empieza en el cuello, lo he leído en anatomía del cuerpo humano, pero en el varón rara vez acaba en redondez el pompi, pues es norma el escurrido de culito carpeta con reminiscencias del trasero de paquidermo. A fin de cuenta es donde acaba la espalda. Atrás uno, delante el otro, como es natural, cuestión de culos. Culo,caca, pedo,pis, definitivamente cosa de risas.
Levantamos el campo y vamos con dirección al cajero automático donde mi tarjeta tiene la misma numeración de cuatro números coincidentes, que es acaso de las pocas cosas que compartimos.
Delante de la ventana los cuatro y el carrito con Julieta fórmanos una fila, acaso un muro, para retirar los cuarenta euros que dispongo, e Item mas, en la cautela de la operación, su hija, desplegando el amplio y voluminoso abrigo que luce, evita ya de por sí toda posibilidad de descubrir la numeración de la tarjeta negra, y cierra la visibilidad de la operación, que acaso puede pagar las bebidas sin tapas, por si se nos acercara un atracador. Con las Puntas poca broma, pero todo es risa.
Directos al cortingles, la fragancias artesanas del perfumista francés, al que conocí hace meses, le son ofrecidas en su piel como gentileza, le gusta pero no es su debilidad, por suerte para mi, pues son bastante caras.
No me resistía a esperar más fechas y le lleve mi regalo, para que esperar, y pienso que le ha gustado. No es fácil encontrar un obsequio para ella porque si os digo que es especial me quedo corto, es única. Y sé que hasta una vez devolvió una caja grande de bombones que es su verdadera debilidad.
En el bar, de vuelta, una parada para descansar y descubrimos el secreto del roquefort, pero no tienen. En la reja Julieta me deja abrazarla antes de subirse al carrito. Hola y adiós, dentro y fuera, lejos y cerca, amigo y enemigo, y para colmo punta tiene solo tres antónimos, así no hay manera. Chata, roma,y entrante. No te digo.
Sevilla a 13 de Diciembre de 2025
Francisco Rodriguez