Un, dos, tres, y cuatro
Por el momento, de la reunión a tres bandas en lo de la Encarnación, como que no se sabe nada, de nada, salvo que los placeros, como punto de partida, se pongan al día en
los recibos que habían decidido dejar de abonar a la empresa de mantenimiento,
vigilancia y limpieza, que resulta que también es la concesionaria, la misma que se permite efectuar el cambio
de especie en las licencias municipales de venta, y realizar alquileres a la baja, e ineludiblemente, y de
inmediato, tener que retirarse las pancartas que blandieron en el fenolico, y que ha tenido
su resultado. Al menos, un encuentro a tres bandas.
Todo, en una acción algo desesperada y mas que tarde, para evitar que siga languideciendo esta plaza
municipal de abastos que, entre la laxitud del Ayuntamiento, propietario del
lugar, y el abandono de sus competencias, junto con la dejadez de la concesionaria como prestadora de los servicios, y su mas que lamentable, y extremado, celo en llevar a cabo cuestiones que no le son propias, actuando desmesuradamente en actos
que solo corresponden a la delegación de consumo, y los comerciantes……. industriales, cooperativistas, vendedores, titulares de las licencias municipales de venta, a los que no gustan que les llamen placeros, y que hasta
la presente, indolentes en una pasividad
consentida, a la que intenta poner fin, pero sin tener idea de cómo. Tres
bandas.
Se ha propiciado esta reunión principalmente para encontrar que hacer
para atraer al público, y establecer que medidas urgente deben de tomar cada una de las bandas, aunque no está de más poder controlar el gasto, abrir una
puerta automática, o evitar cada semana el camión auto bomba siga dispersando los olores y succionando del deficiente alcantarillado,
sin olvidarnos de lo difícil que se hace encontrar los accesos a esta plaza municipal, tapados por la
carpa y veladores, de un lado, y oculto tras la seta
uno por el otro, o cuando menos recordar la eliminación de una calle de comunicación a la plaza municipal de abastos, y que se transforma en bar sin que
suponga ninguna alteración al “intocable proyecto”.
Evidentemente hará falta mucho, pero mucho mas para que este laberíntico mercado le pueda resultar atractivo al publico. Mas como en todo juego se hace necesario empezar, de entrada, desde la salida.
Evidentemente hará falta mucho, pero mucho mas para que este laberíntico mercado le pueda resultar atractivo al publico. Mas como en todo juego se hace necesario empezar, de entrada, desde la salida.
De momento parece que en lo de la Encarnación, plaza municipal de abastos, le han metido mano, y todo hace suponer que solo ha sido a la cartera. Otra banda.
Sevilla a 21 de Febrero de 2015
Francisco Rodriguez Estévez
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