miércoles, 24 de diciembre de 2014

Chirría


Hoy llegará la Nochebuena, la venida, y un año mas celebraremos el Adviento, la llegada del Mesías. 
Este año esta Saturnales, en pleno solsticio de invierno me coge con un catarro que ha llegado como un regalo, sin esperármelo. En mi primer día de antibiótico como que no me convendrá con la calentura que el paracetamol va aliviando hacer ningún extra, solo cabe que a la noche me encuentre mejor.
Hoy es dia de regalos, y cuando menos siempre pienso que será en uno de estos cuando los responsables, ya sea Juan Ignacio Zoido, como alcalde de nuestra ciudad, o Mariano Peláez. Gerente de la Cocesionaria Sacyr, decidan que tiene que colocar la puerta que todo los clientes buscan y que ni decir que es una obligatoriedad que ambos responsables soslayan.
Evidentemente lo de la puerta chirria, pues no es de recibo tener que abrir unas pesadas hojas, que vete a saber qué manos tocaron el tirador, pues da hasta repugnancia cuando  alguna vez se observa el rastro dejado.  Ni que decir tiene que siempre me ayudo de algún trozo de bayeta que de inmediato dejo en lejía. Hoy el regalo no ha venido de parte del Ayuntamiento, pues o la cosa esta muy cortita o me borraron de la lista de Christmas, pues ni un tarjetón personalizado de forma fraternal de parte del Delgado de Consumo, ni un mensajito de la Delegada de Casco Antiguo, este año nada de nada y mira por donde me llega el original obsequio de parte del responsable de la concesionaria, detalle de agradecer, de  una lata de aceite. Cierto era que lo de la puerta chirria y eso que aun no la instalaron, pero no crean que pondré una sola gota de este que es de oliva virgen, primera extracción en frio, que para la puerta aun me queda grasa de litio, pero que no le hará ninguna falta al ser una puerta automática.
Me dice, a la entrega de regalo, que me consta que lo hace de corazón, que lo de la puerta no es cosa suya, pues parece que tuviera toda la culpa de todo, y aunque la frase empleada no es correcta, todos sabemos que a Manolete lo empitonó Islero, y es que el tema de la puerta segun dice Mariano Pelaez, lo  tiene que resolver, o Gregorio Serano de forma que deje sentir su fraternidad, manifestada hacia lo de la Encarnacion o lo mismo es Juan Ignacio, que ya conocía el asunto de cuando era candidato.
 Bueno pues resulta que uno por el otro y a la Ley se le pasa otro año, otro Adviento, sin cumplirse, yambos responsables tan pancho, como si la cosa no fuero con ello, lo cual me causa una gran preocupación, pues no es de recibo que estando en sus manos, las del Alcalde, según el gerente de Sacyr,  poder cumplir la Ley, la de Accesibilidad, que siendo también Juez en excedencia, no les venga en gana llevar a cabo esta actuación, que ni que decir tiene es una gran mejora para la plaza municipal de abastos.
Cada mañana recordare al tomar el aceite de oliva en la tostada, no solo a la persona que como responsable tuvo el detalle propio de la Navidad, también me acordare, de sus palabra, al igual que las que me dijo Juan Ignacio, ¿pero, como?,, lo del cafelito más tranquilo, los tarjetones de Gregorio, con su estricta gobernanza, la notificación de la alcaldía con lo de que todo está en vis de solución (refiriéndose a la puerta), asi como el desvelo de Amidea, o el compromiso de Juan Espada, a contestar a mi pregunta, o hasta  Antonio Muñoz, por no remontarme a los tiempos de Rodrigo, y la vuelta de Ceres. Todo chirria después de cuatro años, y aun no hemos comprobado el costo del equipamiento. Parece que me encuentro mejor. Gloria al recién nacido, Gloria.

Sevilla a 24 de diciembre de 2014

Francisco Rodríguez Estévez

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